¡Nueva Vida En Un Mundo De Ensueño! (Vol 2): ¡Haciendo El Papel De Líder!

Capítulo 2: ¡El monasterio y la cueva del doble maligno!

Parte 1

18 de marzo del año 1516. Capital Real.

Habían pasado cuatro días desde la última misión. No habíamos recibido misiones en ese lapso de tiempo.

-- Brummm, brummm.

Me encontraba en mi habitación jugando con juguetes, específicamente, con carrosas de princesa, para niñas de ocho años... lo hacía porque estaba aburrido... o juro.

De repente, oí a alguien abriendo la puerta.

-- Oye pervertido, es hora de desayunar... ¿Eh?

Se trataba de Zenko, quien me miro muy confundida a verme jugar con juguetes de niña. Hubo un largo silencio incómodo.

Zenko, cerró la puerta muy fuerte.

-- ¡Puedo explicarlo! ¡Espera!

-- ¡Pffft! ¡Jajaja! ¡¿Quién hace eso?!

-- ¡Lo hice porque estaba aburrido!

Estaba sonrojado por la vergüenza.

-- Escucha, pervertido... No diré nada si me ayudas con la cena de esta noche, ¿De acuerdo?

La chica nekomimi mostró una sonrisa de victoria.

¡No tengo otra opción!...

-- M-muy bien... trato hecho.

Zenko y yo estrechamos la mano, como un par de caballeros.

-- Vámonos, el desayuno se va a enfriar.

Zenko declaró con la misma sonrisa.

Tengo un mal presentimiento...

Mientras caminaba por el pasillo, noté que la estrella que había visto hace días, estaba más grande. Así es, la luz de aquella estrella se lograba ver durante el día.

¿Será idea mía o brilla con más intensidad?

La estrella titilaba y titilaba.

Parte 2

Estaba lavando los platos del desayuno mientras tarareaba una canción. Esto no lo hacía por ser obediente, si no para ganar la confianza de Zenko y evitar que esparza el rumor de que juego con juguetes de niña.

-- Sabes, ¿Por qué no limpias el baño también?

-- ¿Qué?

Zenko se acercó con platos en las manos.

-- Además, mi habitación está muy sucia, y no solo la mía, la de todas... ¿Por qué no limpias toda casa?

Zenko alardeaba sobre las tareas que debería hacer.

Maldición, me tiene atrapado...

Miraba a Zenko con odio.

¿Qué hago?... No quiero hacer los deberes... Necesito un milagro...

Justo cuando pensé esas palabras, la alarma que Horus colocó hace días, empezó a sonar.

¡¡Bien!! ¡Salvado por la campana!

Apreté mi puño con una sonrisa al escuchar la alarma, mientras que Zenko veía a la alarma con tristeza, al parecer, ella quería que hiciera todos los deberes del hogar.

Todos empezábamos a prepararnos para asistir al castillo del Rey. Cuando estaba a punto de correr hacía las escaleras, Zenko me habló desde la cocina.