Shuumatsu No Valkyrie (YAOI)

1.

Era una nueva emoción que sentíamos algunos Dioses, como Thor hacia Lu Bu, como Hércules a Jack el destripador, y yo bueno... las leyendas dicen que era holgazán y un perdedor pero fue el mismo que logró vencer en un combate limpiamente.

Aún me pregunto qué nos hace tan diferentes el uno del otro (aparte de que él es mortal y yo un Dios) supongo que esta incertidumbre va dirigida al porqué es más fuerte que yo.

No parecía bien visto que los Dioses tengamos este tipo de sentimientos a estos seres inferiores, pero ahí los veías. Thor le había pedido a su padre conservar la vida de Lu Bu eternamente a su lado en Asgar, a lo que Odín solo podía mirar atónito a su hijo.

A Hércules lo veías persiguiendo por todo el Valhalla a Jack, acorralándolo contra una pared e insistiéndole que se quede con él. A diferencia de Thor que parecía más amenaza que pregunta, Hércules no paraba de sonreírle a este pequeño hombre, revoloteando a su alrededor como una damisela enamorada.

Sasaki a comparación de los otros humanos era alegre, tranquilo y muy sumiso. Entonces ¿por qué me había vencido? Es débil ante las criaturas pequeñas y delicadas (exceptuando si tenía hambre), la humildad lo precede y acompaña en cada gesto. Y cuando duerme su rostro se ve tan relajado y despreocupado, casi como un ángel. Me gusta mucho su cabello largo, sus manos y rostro arrugado, cada una de esas líneas así como sus cicatrices contarían muchas historias y seguramente emociones que yo desconocía. Queriendo saber más de esto lo seguía siempre y cuando tenía oportunidad.

Me avergüenzo de mis acciones y más cuando interfiero para que la gente no se le acerque, era una sensación extraña. Mi pecho duele y siento enojo cuando lo veo con alguien más, un fuego abrasador sube por mi estómago y el enojo acrecienta dentro de mi, despertando una necesidad de encerrar al hombre en un cuarto con cadenas y candados a los cuales solo yo tendría acceso a sus llaves.

Mi hermano Zeus me explica que esto lo llamarían celos. No entendí a que se refería con eso ¿Yo celoso?

Observo al resto de Dioses que habían peleado y notaba como estos también resguardaban celosamente a sus humanos, incluso de su propia gente y seguidores.

Miyamoto Masashi sería el hombre que más haría arder mi sangre, tenía demasiada afinidad con el humano Sasaki y eso me ponía muy histérico. Me golpeó mentalmente identificando esto como envidia porque si, me hubiera gustado estar en el lugar de él y ser yo quien conozca todo del moreno platinado.

-...don...seidon... Po-sei-don~

Al parecer Sasaki llevaba tiempo llamándome pero estaba tan sumergido en mis celos que no me había percatado de su llegada. Lo miraría como siempre, sin un rastro de emociones o al menos eso es lo que interpretaría él, porque por dentro siento como mi corazón galopa desbocado ante su serena sonrisa.
Me siento tan desdichado pensando que le sonríe así a todo el mundo, cuando en realidad quiero ser el único el que tenga la buena fortuna de ser mirado así. Quería que este hombre me enalteciera de la misma forma en que el resto lo hacía, que me vea solo a mí, que se enfocara solo en mí y que me ame y solo tenga ojos para mí.

-Poseidón ¿te encuentras bien? Pareces muy distraído, ¿necesitas algo? -apoyó su frente contra la mía -mmh~ no parece fiebre...

-Los Dioses somos seres perfectos y no podemos contraer enfermedades de ningún tipo -respondí tosco. Maldita sea, esa actitud de mierda que lo aleja de mi de nuevo.

-Que bueno -sonríe. No lo aguantaría más y lo abrazaria. El se mostró confundido, eso es obvio. Nuestros rostros se encuentran y sus mejillas se tiñen de rojo carmín. -¿Poseidón? -Hacía fuerza por librarse de mi abrazo pero no se lo dejaría fácil. Mi boca viaja desde su mejilla hasta su cuello dejando un rastro de besos y mordidas, su haori me estorba y se lo quito para tener más acceso a sus clavículas. En el momento en el que lo despojo de su prenda, me da un cabezazo que me dejó medio aturdido y aprovecha para escapar.
Sus pasos se escucharían aún en el largo pasillo. Todavía tengo su haori en mi poder, la observo y siento enojo y dolor. No por el golpe, sino por haber sido rechazado por la persona que comenzaría a gustarme. ¿Qué debía hacer con estas nuevas emociones que desperté por aquel espadachín?