15.

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-¿Hay algo que quieras decir? -preguntaron las Valkirias al ver a Sasaki siendo un adolescente, alegre y despreocupado al lado del Dios. Poseidón conservaría su figura engreída y seria pero por dentro los nervios lo comían. Sabía que con un movimiento de manos Zeus haría desaparecer al chico.

-No veo la necesidad de decir nada, el humano ha vuelto casi a la normalidad. Es cuestión de tiempo para que-

-Cuestión de tiempo para que vuelva a meter la pata y lo mate- comentaría Hrist (la estruendosa). Sasaki la vio y se escondería detrás del rubio, la Valkiria vio su reacción y volvería a guardar la compostura. -¿Que no me recuerdas Sasaki?

-Claro que te recuerdo pero es que me pone nervioso y no se como tratar con tu otra "yo".

-Poseidón-sama - Brunhilda no pasaría por alto las acciones del Dios y como ignoró todas las advertencias y secuestró al bebé. -sus acciones tal vez han logrado que Sasaki esté más cerca de volver a normalidad pero no dejaremos pasar su secuestro. Sabemos por Adán que ha atacado al hombre más de una vez, incluso cuando era un niño.

-¿Eso es cierto Poseidón? -lo miro decepcionado el más joven. Poseidón no cruzo miradas con él, ya bastante avergonzado se sentía y encontrarse con esa mirada, sería la cereza del postre.

-Me parece que estás olvidando tu posición Valkiria, soy un Dios y por ende más fuerte que ustedes. Puedo borrarlas de esta sala en cuestión de segundos.

Sasaki se posiciono delante de él con una mirada seria, la misma que mostró en la arena de combate. Fue una advertencia de que no lo dejaría tocar a las mujeres.

-Sabemos cual es nuestro lugar y ese es proteger a los humanos de Dioses como usted- hablo Brunhilda con un tono demandante.

-La próxima vez que lastime a este humano, no me importara que sea un Dios, lo enfrentare- Hrist se acercó y tomó a Sasaki del hombro, miró con total determinación a Poseidón. Ninguna de las dos mostraría miedo cuando se trataba de proteger a la humanidad.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Sasaki fue el primero en salir del cuarto dejando a los adultos solos e iría a buscar a su padre, solo él podría dar las respuestas que necesitaba. ¿Realmente ese sujeto que la noche anterior se había comportado tan lindo con él, lo había atacado? Sus pensamientos lo cegaron que no se dió cuenta del caballo hasta que chocó contra él. El castaño se levantaría y pediría disculpas sin ver a quien se las daba.

-¿Sasaki?

-¿Lu Bu? lo siento ¿Has visto a papá?

-Creo que está en el campo con madre Eva... sube, te llevo. Será más rápido. -El chico lo obedeció y con ayuda del otro, subió en la parte trasera de Liebre roja. El camino fue silencioso, algo que sorprendió al chino. -Disfruto del silencio pero estás muy callado Sasaki, y eso no es normal ¿ocurrió algo?

-Dicen que el Dios del mar me atacó muchas veces...

-¿Quieres que lo mate?

-No es eso. Es que anoche fue tan bueno conmigo que es difícil creer que sea malo.

-¿¡Estuviste con él anoche?!

-Si ¿por qué?- Sasaki tardaría un rato en entender a donde quería llegar Lu Bu- ¡¡PERO NO ASÍ!!- su cara se tornó roja.

-Incluso si no hizo nada, papá se enojara, se supone que le habían prohibido acercarse a ti -notaría como Sasaki bajaba la cabeza con desilusión y se sintió culpable -pe-pero tal vez haya cambiado. Dijiste que fué bueno contigo ¿no? ¿Y si el miedo a perderte es lo que lo lleva a hacer estupideces?

Shuumatsu No Valkyrie (YAOI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora