Shuumatsu No Valkyrie (YAOI)

8.

-¡¡Bueno basta!! ¡¡Esto es el mayor de los colmos!!

-¡Adán vuelve! -llamaría Lu Bu.

-Está exagerando las cosas... -comentó Jack.

-¿Exagerando? ¿¡REALMENTE PIENSAN QUE ES UNA EXAGERACIÓN?!

-Si -contestaron al unísono Lu Bu, Sasaki y Jack.

-Esto se terminó aquí.

Adán caminaba enfurecido en busca de la Valkiria Brunhilde para poner un fin a los actos de los Dioses que se atrevían a corromper a sus hijos.

-Brunhilde, necesito hablar contigo urgente -entraría al cuarto de la semidiosa, esta era acompañada de su hermana más pequeña.

-Adán no puedes entrar así -le llamo la atención la pequeña Göll pero seria ignorada por el adulto.

-Brunhilde si ya no necesitas de los humanos, devuelvenos a donde pertenecemos.

-Es que nunca aprendí como hacerlo, se veían felices aquí que pensé que no sería necesario.

-Maldición, esos degenerados se saldrán con la suya...

-¿Qué ocurre Adán? -pregunta la mayor al verlo tan agitado y enojado.

-Son los Dioses, están acosando a los humanos. Cuando tú o los demás no están viendo, los acorralan a solas y los atacan.

-¿Alguno resultó herido? Podríamos curarlos -intervino la inocente. Adán la vio por primera vez y le pediría a la Valkiria mayor hablar sin la presencia de la joven, a lo que la morocha entendió rápido y le ordenó a Göll dejarlos a solas.

-Brunhilde, Poseidón intentó lastimar a Sasaki y Hércules hizo lo mismo con Jack. Tienen los cuellos llenos de chupetones y mordidas. Thor quiere llevarse así sea por la fuerza a Lu Bu, intentó deshacerse de Liebre roja.

-Esto es peor de lo que me imaginaba.

-¿De verdad no hay nada que puedas hacer?

-Los traje aquí con sus versiones más fuertes, guerreros que están en la cúspide de su poder, sin embargo puedo hacer que estén en la etapa más vulnerable de todas también...

-¿¡Y eso de qué serviría?!

-Ya verás...

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

-¿Quién es usted? -pregunto el niño de cabellos grises.

-¿¡...Ja-Jack?! ¿¡ERES TÚ?!

Hércules se alarmó al ver a un Jack tan joven, prácticamente veía a uno en sus 7 primaveras de vida. Era muy pequeño y delgado, sus ojos y grandes pestañas, junto con su cabello, podían haberlo hecho pasar por una dulce niña en aquellos tiempos.

-Si si ¿Quién es usted?

-Soy Hércules, que ya no... ¿no me recuerdas?

El niño lo miraba de pies a cabeza y se daría vuelta para seguir su camino. No le agradaba el tono y la confianza con la que se dirigía a él.

-¿Qué te ocurrió? Hace apenas unas horas eras un adulto con todo y bigote ¿¡DÓNDE ESTÁ TU BIGOTE?!

Su intención de ignorar al de pelo anaranjado no sería exitosa, este lo tomó y lo cargó en su hombro como un costal de papas. Buscaría una respuesta ante esta situación, quería devuelta a su humano tal y como lo conoció, no un mocoso maleducado.

-¡OYE BAJAME! ¡¡AUXILIO!!

-Grita lo que quieras, dudo mucho que vayan a socorrerte en este lugar.