4 - Por ojoloco

192 16 9
                                    

—Hagrid

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Hagrid...

Jaz se levantó con esfuerzo; al intentar ponerse en pie, sus pies se hundieron varios centímetros en el agua fangosa. No entendía adonde había ido Voldemort y temía verlo aparecer en la oscuridad en cualquier momento.

Notando un líquido caliente que le goteaba de la boca y de la espalda, salió arrastrándose de la moto y fue tambaleante hasta un voluminoso bulto oscuro que había en el suelo. Era Hagrid.

—¡Hagrid! ¡Dime algo, Hagrid! —gritó Harry, que sangraba por la boca y la frente.

Pero el bulto no se movió. Harry se acercó rápidamente a Jaz, que escuchaba un pitido en sus oídos y miraba a Sirius como atónita. El hombre ya había vuelto a su figura original y se tambaleaba hasta caer al suelo.

—¿Estás bien, mi am...? ¿Jaz? —le preguntó Harry con voz débil y ronca.

—¿Quién está ahí? ¿Son Ramsay y Potter? ¿Son Harry Potter y Jazlyn Ramsay?

Jaz no reconoció esa voz de hombre. Entonces una mujer gritó:

—¡Se estrellaron, Ted! ¡Se estrellaron en el jardín!

A Jaz le daba vueltas la cabeza y de repente se desplomó en el piso...

Cuando volvió en sí, estaba tumbada boca arriba sobre algo que parecían cojines, con la espalda y un brazo doloridos. Sentía un ardor en la frente y la cabeza le dolía mucho.

—Harry... —murmuró—. Sirius... ¿Bob?

Abrió por fin los ojos y comprobó que estaba tendida en una cama, en una habitación que no conocía, iluminada por una lámpara. Su mochila estaba en el suelo, a escasa distancia, mojada y manchada de barro. Apoyada en el marco de la puerta se hallaba una mujer que se parecía mucho a Bellatrix Lestrange, pero esta tenía el cabello castaño claro y ojos grandes.

—Harry se encuentra bien, querida —dijo la desconocida—. Sirius y Hagrid también. Tu perrito está asustado, pero le di un poco de poción mezclada con leche para que se le pasaran los temblores. También le di un corto baño porque estaba lleno de barro. —Señaló al lado.

Jaz emitió un gimoteo y miró. Bob estaba ahí, profundamente dormido y soltando pequeños ronquidos.

—¿Cómo te encuentras? ¿Te rompiste algo más? —preguntó la mujer—. Te curé la boca, el brazo y la espalda. Te quedó una enorme cicatriz atrás porque, por lo que vi, al parecer ese corte fue hecho con una maldición Sectumsempra que te rozó. Por cierto, soy Andromeda Tonks. La madre de Dora... Prima de tu madre...

—Hola... —la saludó Jaz muy atontada—. Y... y Voldemort.

—Tranquila, linda, tranquila —susurró Andromeda Tonks—. Fue una caída brutal. Pero ¿qué pasó? ¿Un fallo de la motocicleta? Arthur Weasley volvió a pasarse de la raya, seguro.

Jazlyn Ramsay y los HorrocruxesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora