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꫞🦋welcome to...
╰┈SEVERUS SNAPE, UN ENOOORME MONTÓN DE MIERDA┉╮

Alecto se tocó la Marca Tenebrosa con el dedo, pero en ese momento se oyó un fuerte estallido; desorientada, Jaz levantó sus manos para atacarla, pero la bruja que tenía enfrente ya estaba cayendo hacia delante; la mujer dio tan fuerte contra el s...

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Alecto se tocó la Marca Tenebrosa con el dedo, pero en ese momento se oyó un fuerte estallido; desorientada, Jaz levantó sus manos para atacarla, pero la bruja que tenía enfrente ya estaba cayendo hacia delante; la mujer dio tan fuerte contra el suelo que el cristal de las librerías tintineó.

—Nunca le había lanzado un hechizo aturdidor a nadie —comentó Luna con interés—. Hizo más ruido del que suponía.

Y no sólo ruido, pues el techo había empezado a temblar. Detrás de la puerta que llevaba a los dormitorios se oyeron pasos: el hechizo de Luna había despertado a los alumnos de Ravenclaw que dormían en el piso de arriba.

—¿Dónde están, chicas? —susurró Harry—. ¡Tengo que meterme debajo de la capa!

Jaz lo agarró de la mano, lo jaló hacia ellas y lo tapó con la capa invisible en el preciso instante en que se abría la puerta y un torrente de miembros de Ravenclaw en pijama irrumpía en la sala común. Cuando vieron a Alecto tendida en el suelo gritaron sorprendidos. Poco a poco la rodearon, entonces un valiente alumno de primero se le acercó y le dio un empujoncito en la espalda con la punta del pie.

—¡Creo que está muerta! —anunció con entusiasmo.

—¡Miren, están contentos! —susurró Luna, sonriente.

—Sí, qué bien...

Harry cerró los ojos y Jaz lo tomó de las manos.

—¿Qué ocurre, mi amor? —susurró, asustada—. ¿Logró llamarlo?

Harry asintió con la cabeza y a Jaz el alma se le cayó a los pies. En ese momento se oyeron unos golpes en la puerta de la sala, y los chicos que estaban dentro se quedaron paralizados. La voz que salía de la aldaba en forma de águila preguntó: «¿Adónde van a parar los objetos perdidos?»

—¡Y yo qué sé! ¡Cállate! —gruñó una tosca voz que Jaz reconoció al hermano de Alecto, Amycus—. ¡Alecto! Alecto, ¿estás ahí? ¿Los tienes? ¡Abre la puerta!

Los alumnos, aterrados, susurraron entre ellos. De pronto sonaron unos golpes estruendosos, como si alguien estuviera disparando bombas a la puerta.

—¡¡Alecto!! Si viene y no los tenemos... ¿Quieres acabar como los Malfoy? ¡¡Contéstame!! —bramó Amycus aporreando la puerta.

Los de Ravenclaw retrocedieron, y algunos subieron por la escalera. Entonces, mientras Jaz se preguntaba si no sería mejor abrir la puerta y aturdir a Amycus, oyó otra voz que le resultó familiar.

—¿Le importaría decirme qué hace, profesor Carrow?

—¡Intento entrar... por esta... maldita puerta! —gritó Amycus—. ¡Vaya a buscar a Flitwick! ¡Que la abra ahora mismo!

Jazlyn Ramsay y los HorrocruxesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora