Blurry Eyes

Empecemos de nuevo

─ Entonces eres solo mío.

Hoseok sintió una descarga eléctrica recorrer su cuerpo desnudo, totalmente expuesto sobre aquel escritorio, sus piernas eran acariciadas y besadas por su esposo, este al igual que él estaba completamente desnudo. Pronto los dedos de Yoongi penetraron su ano y lo prepararon, sintió además su lengua follarlo con desespero. Hoseok gimió fuerte arqueándose sobre la madera fría y en un instante sintió el miembro grande y caliente de su esposo.  Yoongi se estremeció soltando un sonido gutural que hizo excitar más a Hoseok, se enfundó totalmente y las piernas de Hoseok lo rodearon, se acercó y atrajo su cuerpo al de él abrazándolo y llenándolo de besos.

─ Hobi, eres hermoso, tu cuerpo es tan sexy y me pones al límite... desde que te vi en ese club moviendo tu cuerpo de forma sensual aceleraste completamente todo mi interior y solo deseaba tenerte para mi.

Hoseok abrió los ojos asombrado por las palabras de su esposo, él veía a Yoongi como un hombre imponente, sexy y hermoso. ─ Yoongi... te amo.

Yoongi movió sus caderas sonriendo mientras Hoseok sentía un cosquilleo en su vientre,  lo besó y empezó a empujar profundo haciéndolo gemir ante el vaivén de las caderas. Los movimientos de Yoongi eran certeros dando en el punto más sensible de su esposo, de forma circular, sacaba su miembro dejando solo la punta y luego empujaba con fuerza. 

─ ¡Más fuerte!

Yoongi lo giró poniéndolo en cuatro, tomó sus caderas con fuerza y  lo embistió una y otra vez. Su cuerpo ardía en satisfacción por sentir las paredes anales de Hoseok apretando su miembro, su piel húmeda y sonrojada por la excitación y sus ojos, sus ojos nublados por todas las sensaciones que le producía el estar siendo tomado, ese era su momento favorito del sexo. Yoongi besó y lamió su espalda, llegó a su cuello, Hoseok lo observó por encima del hombro, pero Yoongi tomó su boca y lo devoró, luego tomó el miembro de Hoseok y lo masturbó, mientras lo embestía,  se observaron el uno al otro, perdiéndose en la mirada de su esposo.  Cuando sus ojos se conectaron ambos se corrieron pronunciando sus nombres y luego se dieron un beso tan delicado y cariñoso, un beso que Yoongi jamás espero dar.

Mientras se acariciaban y besaban, Yoongi quería permanecer dentro de Hoseok para siempre. Había deseado mucho tiempo poder tener algo diferente en una relación, pero simplemente no resultaban de su interés y terminaba solo follando a sus amantes. Con Hoseok era algo totalmente diferente, cuando veía sus ojos podían sentir y experimentar emociones que jamás había conocido. Tenerlo en sus brazos le generaba cierta paz y seguridad que no conocía y cada vez que lo besaba deseaba que el mundo se detuviera. 

Su corazón había cambiado como el cambio de las estaciones volviéndose cada vez más cálido, las promesas que le hacía a Hoseok no iban a desaparecer, al menos así lo sentía. Por otro lado Hoseok se perdía con facilidad en la mirada confusa, para él, de su esposo, le era muy difícil leerlo. Jamás había sido amado con un fuego tan abrazador que quemara todos sus sentidos, pues cada vez que Yoongi lo abrazaba o le veía su cuerpo experimentaba cambios en sus latidos, en la lucidez de pensamientos y el estremecimiento de todas las extremidades de su cuerpo. 

Sin duda alguna ellos se habían enamorado y no sabían en que momento. Yoongi no sabía si el amor había llegado con aquel baile en el club o con la mirada de Hoseok al hacer el amor o con el pisotón que le dio en la fiesta de compromiso. Solo estaba seguro que Hoseok estaría para siempre en su mente y que nadie podría sacarlo de ese lugar. 

Perdidos en su mundo, Hoseok rodeando las caderas de su esposo mientras este besaba su cuello, su pecho y su boca. Sin saber que más hacer para transmitirse su entrega de cuerpo y alma. Justo en ese momento la puerta se abrió dejando ver a la rubia, Yong Sun con Jungkook, ambos se quedaron pasmados ante la escena más pornográfica que habían visto en su vida, Yoongi y Hoseok totalmente desnudos y gimiendo.