CAPÍTULO 3

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—Yo bajo, ustedes quédense aquí —les digo una vez que Alex estaciona el Jeep— ¿Solo son estos documentos? —pregunto y él asiente.

Me adentro al edificio, la mujer que se encuentra en recepción me sonríe dejándome pasar, voy directo a los ascensores, al entrar noto que hay una mujer con una valija, de seguro se muda aquí.

—Disculpe, ¿A que piso se dirige? —pregunto amablemente. La observo, debe medir un metro setenta, es morena y de seguro tiene unos 22 años.

—Al piso 8 —responde.

—Vamos al mismo piso —le sonrío.

Presiono el botón del piso 8 y las puertas se cierran.

—¿Te mudas aquí? —pregunto y no sé en que momento el ambiente se puso tenso.

—Sí, me mudo aquí, ¿Usted vive aquí? —pregunta formalmente.

—Yo no, mi hermano sí, no es necesario las formalidades —observo disimuladamente sus pechos y puedo notar que no trae sujetador.

—Oh, tienes un hermano —dice y agacha la cabeza.

—Sí, es Coronel y vengo a que firme unos papeles —le explico.

Las puertas del ascensor se abren y ella sale apurada, pero su valija se engancha con la puerta del ascensor cayéndose.

—Disculpe.

—No pasa nada, ¿Cómo te llamas? —pregunto y levanto su valija del suelo.

—Luci, gracias —toma su valija y se va caminando hacía la residencia que queda a pocos metros de la de Aarón.

Voy hasta la puerta de mi hermano y noto que no tiene seguro puesto.

Entro a la residencia y voy hasta su habitación, lo encuentro dormido en el piso ¿Se cayó?

Me acerco hasta él y puedo ver que se bañó, trae puesto solamente unos boxer negros y tiene el cabello húmedo, como puedo lo acuesto en la cama y lo golpeo con la almohada, siempre lo desperté así y funcionaba, pero debe tener el sueño pesado porque ni se mueve.

Opto por pellizcar su tetilla izquierda y funciona, Sam siempre lo despertaba así cuando se quedaba a dormir en casa.

—¿Que haces acá? —tiene la voz ronca.

—Quiero que firmes estos documentos, eres el único que puede ahora —le explico y me ignora dándome la espalda.

—No me jodas, quiero dormir.

—Es firmar los malditos documentos, nada más.

Cubre su rostro con la almohada ignorando mi presencia, se queda así por unos segundos.

—¿Tienes birome? —pregunta mientras se sienta apoyándose contra el respaldar de la cama.

—No tengo.

—Revisa en uno de los muebles del living, debe haber alguna ahí —voy hasta donde me dice y encuentro una entre los cajones.

Observo el apartamento y tiene todo desordenado, hay latas de cerveza en el piso y aún hay platos sobre la mesa.

—Tu apartamento es un asco —le entrego la birome y se pone a leer los documentos.

—¿Qué hora es? —pregunta ignorando lo que dije.

—Son las 09:00hs —observo el rolex y noto que tiene una luz roja encendida, de seguro Sam esta escuchando la conversación— ¿Así que te gusta Sam? —pregunto.

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