PRUEBA MIS LÍMITES

CAPÍTULO 4

Pasan unos largos minutos y lo único que hago es revisar una y otra vez los documentos sobre las investigaciones que realizamos durante estos meses.

Cada uno de ellos nos llevan a Nikolay Ivanov, no termino de comprender como es que él no es el líder de la mafia rusa.

Mi celular suena notificando una llamada, al ver el nombre de Sam sobre la pantalla atiendo la llamada.

—¿Qué sucede Sam?

—Llevo esperándote varios minutos aquí abajo, Janes ya me cansó con sus preguntas.

Joder, me olvide de las tropas.

—¿Puedes hacerme un favor? —pregunto y le doy un último sorbo al café.

—Eres mi Capitán Alessio, ¿Que necesitas?

—Avísales a las tropas que la misión queda denegada.

—¿Qué?¿Por qué la vas a denegar? —pregunta desde la otra línea.

—Yo no fui Sam, Lennin es quien denegó la misión —le explico.

—¿Por qué hizo eso?

—No lo sé, solo diles a los demás que retomen sus actividades.

—Okey, yo les informo.

—Pídele a Ángela el listado que le mande a hacer hoy, luego ven a mi oficina.

—Okey, ¿Qué hago con los miembros de nuestra tropa?

—Da la orden de que entrenen junto a la tropa de John.

—¿Yo también debo entrenar? —pregunta con voz tierna.

Estoy seguro que debe estar haciendo pucheros.

—Tú solo guía el entrenamiento —le indico.

—Gracias, mi Capitán.

—Gracias a vos, macho alfa —la molesto.

—De nada, marica.

Dejo el celular sobre el escritorio luego de revisar la bandeja de mensajes, la cual esta llena entre mensajes de Arthur.

Luego de revisar por última vez los documentos, los guardo en la carpeta correspondiente.

Pasan un par de minutos escucho que tocan la puerta.

—¡No estoy para nadie!

—Lastima, ya entre —dice Aarón.

—¿Qué haces acá? —pregunto cuando entra portando un traje azul cobalto.

—Vine a visitar a mi hermano.

—Que considerado de tu parte, ¿Vas a vomitar a Dakota otra vez? —le pregunto poniéndome de pie.

—¿Por qué carajos denegaron la misión? —se sienta en la misma silla de esta mañana.

—¿Cómo te enteraste? —pregunto confundido.

—Ser Coronel tiene sus privilegios —se quita el saco y lo tiende en el respaldar de la silla que se encuentra a su lado.

—Según Lennin, Nikolay Ivanov no es el Boss.

—¿Qué mierda? Pasamos meses investigando a ese mafioso —dice sin creerlo— ¿Ya le dijiste a Arthur?

—Si.

—¿Qué vas hacer ahora?

—Esperar a que él llegue a hacer un desmadre —digo mientras quito la parte superior de mi uniforme.