Misión 06

Capitulo 18

País: Paris, Francia
Hora y fecha: 23:38 pm del 25 de Diciembre de 2016
Lugar: Barrio Clichy-sous-Bois, en el vertedero de Forestiere.

POV Gabriel

Un escalofrío me recorrió cuando baje del auto y me presente frente a ese tan pobre y cruel barrio.

El Clichy-sous-Bois era por mucho, el barrio mas peligroso de todo Paris. Magnates mafiosos, escurridizas mentes maestras del robo e intimidantes traficantes se escondían a las sombras de cada calle en aquel sucio cutrerío; sin mencionar el odio de toda su comunidad hacia las fuerzas especiales tras la violencia policial que se llevo consigo dos vidas de jovenes estudiantes. Era el lugar menos indicado para presentarse, claro, nuestro supuesto secuestrador lo sabe.

La helada brisa invernal se estrelló contra mi cara, poniéndome la piel de gallina, mis manos temblaron en respuesta aunque sabía que no era solo por el frío. Estaba nervioso, temía por las vidas en juego.

Vidas que necesitaba proteger. Había jurado salvar a quien este en peligro, como si fuera un tipo de "héroe" me creí capaz de cualquier cosa, enfrentarme a quien sea y sobrevivir para contarlo. Pero hoy, por segunda vez en mi trayecto como espía, no me sentía seguro de mi mismo, no sabía si podría lograrlo, o peor, salir vivo.

A lo lejos divise a dos hombre vestidos de negro, mirando un par de veces hacia nosotros para luego desviar su vista, bastante bien ocultos a mi parecer pero no lo suficiente para pasar desapercibidos por mi ojo. "3 mas a la derecha, 1 al fondo esquina izquierda y 4 mas distribuidos entre puntos varios, mierda, escapar estaba complicado" pensé.

Mi rostro se fijo en la mujer a mi costado, su vida era la que más temía. No sabría que hacer sin ella y realmente no estaba preparado para sobrellevar otro peligro de muerte de su parte, no desde la última.

- Nos observan - dije.

- Lo noté - escuche a la vez que me daba cuenta lo asustada que estaba por su voz - Recuerda lo que te dije, no esta en discusión.

Volví a temblar cuando unió su mano con la mía, encajando a la perfección premeditadas para estar unidas el resto de los días. No podía pensar en vivir sin esa mano, sin sentir su delicioso aroma a vainilla, despertando con sus brazos sobre mi desnudo cuerpo o escaparnos en madrugadas a rumbo sin nombre. Era mi alma, Nathalie era quien le daba luz a mi oscura realidad, y el hecho de que ahora exista la posibilidad de que el destino me la arrebate hervía mi sangre y trituraba mi alma.

Sin embargo, mi tiempo se detuvo, y esa rabia que sentía se incrementó colosalmente cuando escuché la voz de Colette a lo lejos. Pedía auxilio y nadie salía a su rescate, luego su voz seso y me hizo pensar lo peor; fue una enorme fuerza de voluntad no ir corriendo en su búsqueda; sabia, corrijo, sabíamos, lo arriesgado que era dar un paso en falso, no estábamos para cometer errores, ni hoy ni nunca.

Cuando apareció frente a nuestros ojos, su rostro sucio de tierra y sangre seca, también el melancólico rastro de lágrimas que alguna vez pasaron por sus hermosas mejillas; su pelo, tan peinado antes ahora desprolijo y rebelde, mechones y motas coronaban su cabeza. Su ropa, al igual que su rostro, llena de tierra con marchas rojizo marrón, partes de su vestuario destrozadas, a lo mejor debido a zarandeos de ella con la intención de liberarse. Sus ojos, sus bellos y brillantes ojos apagados, mirándonos fijamente mientras comenzaban a cristalizarse, desesperados pidiendo ayuda en silencio. A su lado, caminando junto a ella dos personas, irreconocibles por la macabras máscaras de "La Purga" en sus rostros.

- No pensé que vendrían - uno de los enmascarados hablo para después mirar a Colette - Parece que si les importas un poco mocosa.

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