Misión 06

Capítulo 6

Ciudad: París, Francia
Hora y fecha: 15:45 pm del 7 de agosto del 2016
Lugar: Casa Agreste - Sancoeur
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Nathalie POV
Un mes.
Un mes desde que nuestras vidas cambiaron.
Un mes desde que encuentro lápices esparcidos por toda la casa.
Un mes desde que You're My Sunshine se volvió mi canción favorita.
Un mes donde los llantos son mas sinceros al igual que los abrazos.
Un mes desde que me adentre en la maternidad sin querer.

Colette cumplía un mes con nosotros y le teníamos una sorpresa, se que no debemos hacer esto, pero queremos hacerlo, ver su cara sonriente nos alegra la vida, aunque lo neguemos sabemos dentro de nosotros lo mucho que la queremos y que despedirnos de ella en 5 meses mas será una de las cosas mas difíciles del mundo. Con Gabriel nos levantamos temprano para organizar la sala y preparar un rico desayuno, si algo hemos aprovechado este tiempo es conocerla. Aprendimos que ama el color celeste, que su animal favorito es el perro, que prefiere panqueques que torta, que no es fanática de las verduras a excepción del brócoli, que prefiere el agua ante que los jugos, y que le gusta pintar, pero claro, eso no era ningún secreto. También aprendimos de su actuar, como cuando esta enojada empieza a golpear el piso con su pie inconscientemente, o cuando se siente culpable por algo juega con sus dedos mientras los mira. Algunas cosas siguen sin cambiar, no ha dicho ninguna palabra todavía y eso nos preocupa, también sigue escondiéndose en los armarios cuando tiene miedo, y las pesadillas ya no son constantes pero siguen ahí.
Mientras me sumerjo en mis pensamientos Gabriel me toca el hombro para ayudarle con los globos. Nos hubiera encantado sacarla a pasear con nosotros, pero por protección no puede salir de la casa a no ser que sea una emergencia.

Mientras Gabriel preparaba los panqueques - que por cierto me siento realmente traicionada que prefiera los de él antes que los míos - yo inflaba los globos que habíamos comprado: celestes y blancos con confetti dorado dentro de ellos. Termine de amarrarlos en un lindo arco de globos para ponerlos en la entrada del pasillo justo cuando Gabriel terminaba de darle los toques finales a su creación, finalmente pusimos un globo dorado del numero 1 al medio del arco, quedo bellísimo, Colette quedará fascinada. Sacamos una foto de todo para luego ir a despertarla. Con cuidado entre a la habitación de nuestra niña mientras Gabriel esperaba en la puerta, me agaché y con mi mano empecé a tocar suavemente su mejilla.

- Colette cariño, despierta - dije con ternura mientras veía como abria poco a poco sus ojitos. Una sonrisa somnolienta se formo al verme derritiendo todo mi corazón - Te tenemos una sorpresa, pero tienes que taparte los ojos - Colette inmediatamente se levanto de la cama con su pijama de gatitos mientras le tapábamos los ojos con una venda.

Ambos la llevábamos de cada brazo hasta que pasamos el arco de globos, le dimos la vuelta y le sacamos la venda. Colette no paraba de ver todo lo que había, su cara lo era todo, con la boca abierta empezó a recorrer e inspeccionar cada globo, como si nunca lo hubiera visto, lo cual era lo mas probable, despues su vista se dirigio a la mesa y corrio hacia ella, un buffet de panqueques esperaba a ser devorado, nos miro y salio corriendo a abrazarnos, lo admito y soy culpable, amo los abrazos de esta pequeña. Ambos devolvimos el abrazo sin separarnos por un buen tiempo.

- Feliz 1er mes - dijo Gabriel poniéndole un mechon de pelo detrás de su oreja. Es increíble como la relación de Colette y Gabriel a avanzado, hasta el punto que han sido cómplices sin que yo sepa. Colette le dio un fuerte abrazo mientras el lo recibía, luego se dirigió hacia mi y se lanzo haciéndonos caer al suelo, no pude evitar reírme. Gabriel nos ayudo a pararnos y dijo que fuéramos a la mesa; antes que avanzara Colette me tomo de brazo.

- ¿Que pasa pequeña? - pregunte con cierta confusión. Y ahí fue cuando recibí el mejor regalo de la vida, Colette rápidamente se acerco hacia mi y me dio un tierno beso en la mejilla para luego salir corriendo al comedor. No lo podía creer, me toque la mejilla para ver si lo había imaginado y no, ahí estaba, un pequeño beso húmedo de ella, mi corazón estaba que iba a explotar de felicidad.