Ciudad: París, Francia
Hora y fecha: 8:30 am del 8 de julio del 2018
Lugar: Habitación de Colette (Casa Agreste - Sancoeur)
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Colette poco a poco empezaba a despertar por culpa de los rayos del sol que entraban por el ventanal de su habitación, se sentía demasiado cansada hasta que recordó lo que pasó anoche: Terror de ser dañada nuevamente, ese sentimiento era constante en su vida, pero descubrió algo nuevo, un sentimiento que muy pocas veces ha experimentado y que por alguna razón le daba tranquilidad, cuando sintió los brazos de la señorita Nathalie alrededor de ella, todo miedo se esfumo, como si fuera capaz de espantar todos los males que la perseguían desde siempre.
Se levanto de la cama y lo primero que hizo fue ir al baño. A su corta edad ya hacia cosas que otros niños no podían, como limpiarse por si misma o lavarse sus dientes sola, peinarse estaba a medio aprender al igual que vestirse. Cuando salió del baño se le ocurrió recorrer un poco la casa, no se había atrevido hacerlo ayer por miedo a que dirían los adultos, pero al parecer no había rastro de ellos a estas horas. Dando pequeños pasos empezó a ver la cocina, no se había percatado lo grande que era, con una mesa de madera en el centro, al costado de ella una escalera también de madera que llevaba al segundo piso, y frente a la cocina el enorme living, que tenia al costado un gran ventanal un poco mas grande que el de su pieza, por él entraba bastante luz como para dar un estilo hogareño, las paredes eran color crema lo cual combinaba a la perfección con la luz solar, también había un piano en la esquina del ventanal, un inmenso piano negro, se preguntaba si alguno de los dos sabría como tocarlo. Despacio empezó a caminar hasta el sofa, donde se detuvo en seco, ahí sentados uno al lado del otro tapados con una frazada se encontraban durmiendo los que ahora eran sus nuevos tutores temporales, no pudo evitar quedarse viéndolos por un largo tiempo.Colette jamás se había dado cuenta lo linda que era la señorita Nathalie, con su cabello azabache y esa fantástica línea roja, logro divisar una pequeñas pecas en su nariz y mejillas, y su piel, tan blanca como la de ella; nunca había visto una mujer tan hermosa. Luego cambio su vista al señor Gabriel, al igual que su prometida, él no se quedaba atrás, su pelo rubio ceniza y su tez un poco mas fuerte que el de ambas mujeres daban el look de un hombre que dominaría el mundo si quisiera. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando un sonido empezó a sonar por si solo, asustada corrió a donde se encontraban sus tutores y se sentó en la alfombra apoyada al sofa donde se encontraban. Gabriel quien siempre apaga su alarma despertó con el sonido y la apagó, cuando intento levantarse encontro un bulto sobre su pie, al bajar la vista vio que era Colette. Esta al notar que habia sido descubierta se para de inmediato y se aleja hasta el sillón del otro extremo.
- Veo que despertaste, buenos días Colette - dice Gabriel aun con una voz somnolienta y bostezando entre medio, para posterior brindarle una sonrisa a la pequeña.
Colette quien aun no confía al 100% en ellos asiente y le devuelve una pequeña sonrisa en respuesta al buenos días. Después de unos minutos Nathalie empieza a despertar por los rayos del sol entrando por el ventanal, y se sorprende al ver en donde estaba y mas aun quien estaba parada frente a ella.- Oh Colette ¿Cómo estás? ¿Amaneciste mejor? - pregunto Nathalie con un leve tono de preocupación, esta niña los hizo pasar un gran susto anoche. Nuevamente solo asiente y sonríe en señal de respuesta para luego salir corriendo a su pieza. Gabriel y Nathalie no pueden evitar soltar una risita por el comportamiento de la niña, realmente es una dulzura, solo esta rota por dentro.
La mañana transcurrió lo mas normal para los tres, desayunaron panqueques hechos por Gabriel que al parecer tuvieron buena recepción de su invitada, quien tuvo que repetirse 3 veces. Era interesante para ambos adultos como una niña con un cuerpo tan vulnerable y pequeño pudiera comer grandes cantidades de comida, eso solo les hacia pensar en lo peor, "¿cuántas veces en el día comía esta niña?" era la misma pregunta que se formulaban cada vez que la veían disfrutar cada alimento como si nunca lo hubiera probado, bueno, eso tal vez no este muy alejado de su realidad.

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Misión 06
Hayran Kurgu"Dentro de la organización de espionaje nacional de París existe una única regla que no se puede romper: prohibido traspasar los límites de lo profesional a lo personal en una misión. Nada de sentimientos. Así es nuestro trabajo."... ... Jamás se pe...