Te encontré (Nygmobblepot)

CAPÍTULO 1: LE FAVORECE EL VERDE

CAPÍTULO 1

En la vieja y más que maltratada ciudad de Gotham llena de altos edificios que iluminaban la ciudad, pero con esas luces siempre estaban las sombras en las cuales se ocultaban toda clase de canallas que frecuentaban la ciudad. Por suerte, este estaba protegida por el famoso Caballero Oscuro: Batman, el terror de todos los delincuentes de la ciudad ya que nadie podía su gran inteligencia y su destreza en la pelea.

Los grandes criminales que acechaban la ciudad hace unos años siempre eran atrapados por el murciélago el cual no tenía piedad para mandarlos a Arkham, una institución especializada en encarcelar a todos los individuos más peligrosos y demenciales de la ciudad.

Entre los villanos de este héroe estaba el Pingüino, un hombre que no tenía ningún superpoder, pero era bastante astuto y siempre sabía cómo actuar para seguir siendo uno de los reyes de los bajos fondos de la ciudad. Tenía bastante experiencia, empezó siendo el ayudante en una banda y ahora él era quien manejaba a gran parte de la zona baja de la ciudad y regentaba un casino en la zona del puerto el cual era conocido por el Casino Iceberg Lounge.

Era uno de los más importantes y conocidos de la ciudad por su gran servicio, su variedad en los juegos de azar, sus espectáculos que iban desde trucos de magia hasta espectáculos de luces y sonidos, su variedad gastronómica en la zona del restaurante y su gran servicio como hotel para los clientes selectos que quisieran hospedarse después de haber apostado y disfrutado de lo que posiblemente sería la mejor noche de su vida.

De cara al público, aquel era un simple local para entretenerse y olvidarse de los problemas del día, pero en realidad era un lugar donde podían regentar los villanos de Gotham ya fuera para comerciar, contratar a un sicario y otros asuntos turbios pero el Pingüino sabía muy bien cómo disimular y cuándo mostrar sus cartas.

Al fin y al cabo, no iba a permitir volver a la cárcel. Ya había malgastado muchos años de su vida allí así que iba a disfrutar de su libertad tanto como pudiera.

Aquel hombre de cuarenta y muchos años, de nariz puntiaguda, bajito, ojos verdes claro, pelo negro con alguna que otra cana, rechoncho y elegantemente vestido era Oswald Cobblepot, o como antes nos hemos referido a él: el Pingüino. Un hombre que antepondría sus riquezas a cualquier otra cosa.

Con andares algo desiguales debido a su cojera, se apoyó en su bastón y bajó desde el ascensor de su despacho hasta la zona del bar ya que tenía que hablar con su jefe de camareros sobre algo muy importante.

Una vez que Oswald bajó se quedó observando a sus empleados que iban de un lado a otro procurando que todo estuviera perfecto tal y como les había ordenado su jefe. Pingüino fue hacia la barra donde estaba hablando el jefe de los camareros, Hank, uno de sus más antiguos empleados, con un joven que no había visto nunca y que le había llamado la atención.

- Hola Hank, ¿quién es? – observó mejor a aquel joven alto y esbelto, de más o menos veinte años, con gafas, de ojos marrones, pelo castaño rapado a los lados y engominada la parte de arriba hacia atrás.

Oswald no pudo evitar pensar que tenía un porte bastante atractivo.

- Buenas tardes señor Cobblepot – dijo Hank un hombre alto, delgado, de más de treinta y cinco años, con barba y de pelo canoso- Él es Edward Nygma, ¿recuerda que me pidió que contratara a alguien más? Pues a partir de hoy trabaja con nosotros.

- Encantado señor – saludó el nuevo empleado.

- ¿Tienes experiencia? – dijo mirándolo con curiosidad ya que no le gustaba meter a alguien que no conocía en su amado local a pesar de que Hank le hubiera dado el visto bueno.