CAPÍTULO 18: TE LO TIENES QUE GANAR

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CAPÍTULO 18

Después de aquello pasaron varias semanas. Oswald casi siempre le invitaba a salir, ya fuera a un restaurante, a algún evento de su casino o social, etc. Y eso hacía sentir a Edward confundido ya que cada día empezaba a sentir algo más intenso y personal hacia el mayor, pero se decía que aquello no podía ser ya que estaba seguro de que no sentiría lo mismo y solo le quería para el sexo o para presumir por estar con alguien más joven que él como había oído durante un evento social en el que estuvieron casi todos los ricos de Gotham.

El otro problema que tenía era con un imitador que lo estaba copiando, se dedicaba a robar y a dejar un acertijo que le parecía pobre y poco ingenioso ya que hasta un niño de dos años podía descifrarlo y eso le ofendía bastante; se había tomado muy enserio sus dos robos como para que alguien tan torpe le imitara.

- Odio a ese tipo - comentó Edward durante un desayuno que estaba teniendo en la mansión con Oswald ya que de nuevo había pasado la noche allí, ya ni recordaba cuándo fue la última vez que durmió en su apartamento.

- ¿Todavía estás con eso? - rodó los ojos.

- No me molestaría si no tuviera el descaro de firmar como si fuera yo. ¡Es ofensivo! ¿Has visto lo último que ha hecho? ¡Es de risa! - se indignó - Si quisiera, yo podría haberlo hecho mucho mejor.

- ¿Qué más da? Es solo un imitador, pronto lo encontrarán y...

- Voy a robar la Casa de la Moneda - alegó muy convencido.

- No necesitas robar, te puedo dar lo que quieras. Deja que Batman pille a ese tipo y...

- Esto es cuestión de honor - le cortó.

Oswald rodó de nuevo los ojos, estaba un poco cansado de tener que hablar de ello así que decidió proponerle algo con el fin de que dejara de quejarse.

- Hagamos esto: yo le busco y cuando le pille dejo que hagas con él lo que quieras, ¿te parece? - puso su mano sobre la del joven.

Ed soltó un ligero suspiro e intentó calmarse, últimamente se crispaba por nada probablemente por todos los problemas que se le estaban acumulando.

- Está bien... - accedió, aunque si tardaba mucho estaba dispuesto a realizar su plan.

- Buen chico - le besó calmando así por completo a Edward - Si me permites voy a salir antes, tengo que tratar un asunto - se limpió con una servilleta la boca y se levantó.

- ¿Necesitas ayuda con eso? - se ofreció ya que poco a poco Edward estaba familiarizándose con ese mundo oscuro después de haber visto tanto tiempo a Oswald.

- No - negó ya que esos asuntos eran demasiado comprometedores y prefería que Edward no conociera su lado más oscuro por temor a que sintiera miedo por él, aunque no sabía que eso es lo que más le atraía cuando le veía a escondidas torturando o intimidando a alguien.

- De acuerdo daddy - se levantó para despedirlo, le dio un beso y le susurró al oído - Recuerda lo que me has prometido; busca a ese hombre y yo mismo le enseñaré lo que pienso sobre las imitaciones.

- Eso intentaré - sonrió pensando que las intenciones del joven solo sería darle un discurso sobre la apropiación y nada más - ¿Vendrás a almorzar conmigo?

- No daddy, lo siento, tengo que hacer unas cosas para las prácticas y luego estudiar. En todo caso ya nos veremos en el trabajo.

Oswald se mostró un poco decepcionado, pero después asintió, le dio otro beso de despedida y se marchó. Entendía que para Edward cumplir su sueño era lo más importante, pero Oswald odiaba que ocupara tanto tiempo estudiando para los exámenes finales y no le podía reclamar nada, además le venía bien que trabajase en la policía por si acaso, pero eso era otro tema a parte. Ahora tenía que verlo solo por las noches cuando acababan de trabajar o de manera casual en el casino y eso le estaba hartando.

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