Te encontré (Nygmobblepot)

CAPÍTULO 8: LA FIESTA

CAPÍTULO 8

Ya había llegado el día de la fiesta, Ed se sentía algo nervioso. Había investigado cual era el evento benéfico del que le había comentado el Pingüino y por lo que vio estaba organizado por Wayne Interprise, aunque era evidente ahora que lo pensaba; todo el mundo sabía lo mucho que le gustaba presumir de dinero el multimillonario de Gotham y su gusto por ayudar a la ciudad.

Realmente no quería ir, no le gustaba estar rodeado de un montón de desconocidos, pero era una obligación para devolverle el favor al mayor el cual le dijo la hora en la que llegaría su coche.

Faltaban menos de diez minutos. Le había dado tiempo de hacer sus rutinas, tomar su medicina, ducharse y arreglarse un poco. Por suerte sabía que resistiría toda la noche puesto que, a pesar de que la medicación le daba sueño, cuando era de noche le ocurría lo contrario y no podía dormir así que por una vez pasaría su noche en blanco entretenido.

De pronto tocaron a la puerta y abrió encontrándose con un chófer, o eso creía por su uniforme, que llevaba consigo una caja alargada donde creía que tendría su traje y otras tres más; dos pequeñas y la otra más grande.

- ¿El señor Edward Nygma? - miró con algo de desconfianza ya que estar en esa zona le ponía en alerta aunque por la descripción que le dio su jefe tenía que ser él - Le traigo un paquete de parte del Pingüino.

- Gracias - lo tomó.

- El señor Cobblepot me ha dicho que le lleve al evento, así que le espero abajo.

Ed se sorprendió de nuevo por aquel detalle y cerró la puerta.

- Cuántos regalos, el Pingüino es todo un detallista - comentó Nygma divertido por sus resultados - Ábrelo, quiero saber lo que es.

Ed asintió, dejó las cajas sobre la cama y abrió la alargada viendo un traje de camisa negra, corbata negra fina de charol, pantalones de traje negro, un chaleco cruzado verde oscuro y una chaqueta del mismo color que tenía el pliegue de los bolsillos de color morado.

- ¿Otra vez verde? - se preguntó Ed, al menos no era tan llamativo como el otro.

- Me encanta - sonrió Nygma - Él sí que tiene gusto y sabe lo que nos favorece, ¿ves como el marrón y el gris no es lo nuestro? Mira a ver las otras cajas.

Abrió la otra más grande y vio que era unos elegantes zapatos verdes oscuros como la chaqueta, unos calcetines de media negros y un cinturón del mismo color, en la caja más pequeña de todas había unos gemelos plateados bastante elegantes junto a un sujeta corbatas del mismo color y estilo, en la otra pequeña había un reloj plateado con la correa verde oscura y con la esfera de detalles verdes y dorados, no conocía la marca así que decidió buscar el su móvil la página y ver cuánto costaba aquello siendo lo primero que le salió en el catálogo de la página

Reloj Patek Philippe de platino con esfera de oro verde y amarillo y cuero, modelo 31341-P Precio: 154.579'02$

Casi le da algo, no podía ser que el Pingüino se hubiera gastado eso en un reloj, costaba más que su apartamento y todo lo que tenía dentro, a lo mejor solo era de alquiler así que tendría que cuidarlo muy bien para no estropearlo.

Se vistió con lo que le dio e igual que la otra vez se sentía bien consigo mismo, se miró varias veces en el espejo ya que no parecía él, se puso la corbata, los gemelos, el sujeta corbata, los zapatos, el cinturón y el reloj poniendo especial cuidado en este último para no romperlo o dañarlo.

Se volvió a mirar en el espejo, seguro que si pudiera ver a Nygma se pondría algo más extravagante junto al traje, por suerte al menor ya no le veía. Nunca creyó que algo le sentara tan bien, incluso se veía guapo, y eso era muy raro. Después recordó que le esperaban así que se arregló de nuevo el pelo y salió encontrándose a un montón de gente curiosa alrededor de una limusina negra ya que no era común que algo así aparcara en esa zona, incluso escuchó a algunos comentar lo que podrían sacar si lo robaban.