Te amare en vida y en el infierno.

Capitulo 9 El inicio de una Familia

CHARLOTTE

Durante mis primeros meses de matrimonio con Alastor no cambiaron mucho la rutina que ya habíamos entablado esta cuando nos mudamos juntos, pero algo me empezó a suceder a las semanas después de la boda, empezó con mareos repentinos, luego de durante la cena de navidad que organizamos para Rosie, Franklin, Husk, y Claire. Me sentí rara ya que durante la cena los antojos por chocolate amargo empezaron a salibarme la boca, fue tal punto que tuve que mandar a Alastor a la cafetería a que me trajera unas tabletas de chocolate amargo para que las devorara sin que mi esposo se diera cuenta. Tras la foto que tomé con la cámara que me regalaron mis padres nos pusimos a bailar las 3 parejas en la sala. 

Nos dimos los obsequios y fuimos a dormir ya muy de madrugada el 25 de diciembre, Alastor les pidió que se quedaran en las habitaciones de huéspedes, esa noche de navidad de 1929.

Así pasó diciembre, enero, febrero y marzo ya que fue cuando note algo, mis caderas eran más anchas, mis pechos crecieron varias tallas y claro Alastor estaba más que gustoso de mis atributos femeninos, pero también mi ropa me quedaba más justa y mi periodo ya llevaba varios meses de retraso, sin decir mis anteojos de medianoche ya que me despertaba sin levantar a Al y baja a la cocina a comer rebanadas enormes de pastel de chocolate amargo hasta quedar sin el antojo. Por lo que un día decidí ir al médico solo para ver qué me pasaba, decidí no abrir el local y me dispuse ir con el médico.

-Buenos días señorita Magne como se encuentra - dijo el médico dándome un saludo de mano y ofreciéndome un asiento.

-Bien gracias, vengo solo porque tengo algunos síntomas raros - dije con toda la tranquilidad del mundo.

-cuénteme cuáles son sus síntomas - mientras este sacaba un cuaderno.

-bueno llevo varios meses de retraso en mi periodo, tengo antojos de repente y algunos mareos. - dije algo preocupada mientras que el médico me observaba de manera atenta a lo que decía.

- tengo una pregunta, ¿Usted ha tenido relaciones sexuales con su marido?- me lo dijo de manera fría.

Aquella pregunta hizo que me quedara algo apenada y sonrojada ya que tuve que contestar - sí, sí...he tenido relaciones con mi esposo, ¿por qué? - dije para saber qué era lo que tenía. Pero el doctor anotaba algunas cosas en el cuaderno.

-mire señorita Magne hay una gran posibilidad de que los síntomas que usted tenga, tengan que ver con que usted esté embarazada. - dijo con una sonrisa, y yo solamente quedé en shock, no por miedo si no por felicidad.

-Vamos a llevarlo con calma señorita, lo que voy a hacer es hacerle unos estudios y luego veremos qué vamos a proceder. - dijo mientras terminaba de llenar sus apuntes. - claro, seguro - dije con una sonrisa de felicidad pura y es que iba a ser madre. No es porque no me guste, pero ya le iba a preguntar a mi esposo si ya quería tener un hijo o empezar intentarlo.

Tras esa consulta y hacerme los dichosos estudios, debía esperar los resultados y mientras caminaba acariciaba mi vientre felizmente, voy a ser madre. Cuando llegó Alastor en la tarde me noto diferente.

-Amor tengo una pregunta, te ves muchísimo más feliz hoy que ayer. - dijo mientras comíamos.

- no sé de qué hablas amor, será porque soy la mujer más afortunada del mundo. - le conteste con picardía - y porque tengo a un guapo e inteligente hombre como esposo. - para terminar.

-bueno yo podría decir lo mismo- acercándose a mi cara para plantarme un gran beso lleno de lujuria y amor.

La mañana siguiente fui a recoger los resultados con el médico. -Buenos días doctor puedo pasar.