Capítulo 13 El final del Show

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Es invierno de 1933, ha pasado más de un año desde la muerte de mi Charlotte y mi Elizabeth. Un año donde mi sed de venganza me hizo perseguir, cazar, y torturar a los asesinos a mi familia,, como dice el dicho "ojo por ojo, diente por diente" por lo que lo hice ver cómo torture, asesine y me comí a sus hijos y sus esposas sin que ellos pudieran hacer nada.

Su mirada de asco, terror, tristeza, e impotencia fue un deleite para mi persona. Cuando todo terminó mi verdadera naturaleza salió a flote, el diablo era yo en persona, y mi verdadero yo el que se ocultó detrás del amor que tenía hacía Charlotte y mi hija, aquella naturaleza que trate superar e incluso eliminar con su amor volvió más desatada que nunca. Convirtiéndome en el asesino más temible y sanguinario, haciendo que los asesinos de los libros de terror parecieran unos ángeles a comparación conmigo, ni siquiera Jack el destripador se podría comparar con mis atrocidades que llegaría a cometer. Sin darme cuenta había matado tantas personas que perdí la cuenta hasta que leía los periódicos y cuando daba las cifras por la radio.

Esperaba, torturaba, destripaba, desmembraba y me comía a mis víctimas. El diablo de Nueva Orleans era mi verdadera identidad y Alastor Alexander Lambert, el reconocido locutor y empresario de Nueva Orleans era mi máscara.

Tras la muerte de Husker y Claire y el aniversario de la muerte de mi esposa e hija decidí darme un pequeño respiro ya que mi apariencia de wendigo dejó sus consecuencias.

Salí de mi casa rumbo al norte el día 15 de diciembre, tomé un tren y luego un camión hasta llegar a mi cabaña en el bosque. Me instalé, y como costumbre puse mi foto favorita cerca de mi cabecera, esa fotografía donde estábamos todos, mi esposa e hija conmigo en el cumpleaños de mi muñequita.

Además, llevaba también algo de ropa y algún que otro víveres, mi álbum de fotografías que era como un cuaderno pequeño con varias fotografías de mi difunta familia. Mi rifle un M1903 Springfield, que conseguí tras la primera guerra mundial, y la pistola una Luger P08. Además de mi cuchillo para desollar por si se aparecía la oportunidad para encontrarme alguna víctima en el bosque, ya que no necesitará convertirme en wendigo para ocultar mi apariencia. Y sinceramente no tenía las fuerzas para poder convertirme sin un gran periodo de reposo.

Decidí días después ir a un pueblo cercano a conseguir víveres para mí estadía en el bosque, casualmente sabría que ellos por medio de la radio, lo relatos de los viajeros, sobre el diablo de Nueva Orleans, esto no solo generó miedo e histeria entre ellos, si no una seria preocupación por su propia seguridad.

Conseguí lo que necesitaba y una vez teniendo todos los víveres para mí estadía, regresé a mi cabaña, y preparé una cena sencilla, cuando termine de comer y leer un poco, para luego irme a dormir ya que planeaba ir de caza en los próximos días.

Pero al llegar a mi lecho y ver la fotografía de mi familia, no pude evitar culparme nuevamente por lo sucedido, por todo lo que les pasó, hubiera preferido ser yo el que hubiera muerto que ellas dos y sin más lloré amargamente lamentándose todo otra vez como todas las noches desde ese día hasta quedar dormido.

Pasaron los días y no encontraba algún venado en ese bosque, así que cambié de presa empezando a cazar personas. A cazadores principalmente ya que no me gustaba cazar a los niños y a las mujeres aunque ganas no me faltaron.

Eran las 8 de la mañana del día 28 de diciembre y ya había cazado un par de excursionistas y un cazador novato. Normalmente no me llevaba todo el cadáver, solamente me llevaba las partes con mayor cantidad de carne con mi cuchillo para desollar normalmente me llevaba muslos, pantorrillas, uno que otro órgano, etc... y para limpiarme la sangre solamente chasqueaba los dedos y la sangre desaparecía de mi ropa, un simple truco vudú.

Te amare en vida y en el infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora