Capítulo 12 El diablo de Nueva Orleans

667 77 1
                                    

La leyenda de la Maldición del Wendigo

"Según las leyendas de los pueblos originarios americanos el Wendigo es una criatura mitológica que vive en los bosques de Norteamérica y que está describe a las bestias como malévolas, antropófagos. Se dice que una persona puede convertirse en un Wendigo si esta práctica el canibalismo. Cuando un wendigo devora completamente a una persona, su estatura crecerá proporcionalmente a la carne que ha consumido, por lo que nunca se verá satisfecho. De este modo, el wendigo es descrito simultáneamente como un ser glotón y a la vez demacrado por la inanición. Los Wendigos son personificaciones de la glotonería, la codicia y los excesos: no se satisfacen únicamente con matar y consumir a una sola persona, sino que constantemente están buscando nuevas víctimas."

Después de mi primera masacre no pude retener al monstruo que tenía en mi interior buscaba, acorralaba, mataba y desmembraba a mis víctimas de manera que pudiera llevarme un bonus extra por matar a mis víctimas, ya que a los cadáveres le sacaba los ojos y el corazón para poder hacer rituales vudú y eso hacía que mi poder se incrementará al punto que mi sobra ya no solo podía desprenderse de los pies y poder vigilar a mis alrededores sino que podía tomar las sombras de mis víctimas e hacerlos moverse a mi voluntad como títeres y si fuera poco le podía impedir gritar ya que tenía el control total de sus cuerpos mediante su sombra. Disfrutando de su agonía y terror mientras hacía mi trabajo.

No era el tipo de asesino que persigue a sus víctimas, tenía una política de cero tolerancia hacia el acoso, más bien yo era el asesino de los que encontraba las oportunidades para asesinar. Claro está que trataba de tener siempre ser lo más meticuloso y minucioso a la hora de divertirme con estas.

Durante la navidad de 1932 sólo asesine a unas 13 personas sin contar a la familia Smitt. siempre de noche, y usando el mismo cuchillo de desollar que use durante aquella ocasión, aunque mis víctimas eran muy distintas ya no mataba mujeres y niños ya que en el caso de los Smitt era por venganza y no por gusto, aunque les quitaba a mis víctimas grandes trozos de carne como los muslos, pantorrillas, la carne de los brazos si podía, siempre me llevaba un poco de carne para degustar en casa sinceramente.

Pero como si fuera una adicción cada vez necesitaba más carne para saciar mi hambre por carne humana así poco a poco mis asesinatos pasaron de unos pocos a la semana a decenas por semana. Sabía que para estas alturas los riesgos eran altos y la recompensa por información que llevara a mi captura era demasiado alta, pero aun así seguí.

Por lo que decidí usar un maleficio antiguo para poder convertirme en un monstruo antiguo que los nativos americanos llamaban Wendigo, una criatura asesina y que era aquella que poseía a las personas que practicaban el canibalismo, era completamente y totalmente diferente a mi para poder ocultar mi identidad, aquella criatura era una versión diabólica de mi persona, con rasgos de ciervo, era pelirrojo, mis ojos eran completamente rojos, como si se trataran de faroles de luz rojiza brillante, mi cornamenta de ciervo adulto respectivamente, mi vestimenta era la que yo usaba cuando decidía convertirme. Mi dentadura era reemplazada por una con afilados dientes y una lengua larga y delgada. Mis extremidades crecían lo suficiente como para aumentar mi tamaño unos 50 cm de altura aproximadamente, si ya de por sí ya era alguien bastante alto entre mis iguales ya que tenía una estatura de 1.89 metros, fácilmente con mi versión de wendigo podía alcanzar los 2.50 o 3 metros.

Pero todo tiene su precio, cada vez necesitaba más carne humana para saciar mi hambre, y para poder mantenerme con energías suficiente por lo que durante mis masacres trataba de usar esta apariencia solo si era necesaria. No pasó mucho tiempo que la gente me llamara "El diablo de Nueva Orleans", ya que para ellos las atrocidades que cometi no eran hechos por una persona si no por el mismo diablo.

Te amare en vida y en el infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora