Capítulo 29 Nunca me dejes

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CHARLOTTE

Habían pasado unas semanas desde que a Alastor lo habían desconectado del respirador y decidimos llevarlo a la mansión que el poseía en los bosques. Yo me había instalado en la habitación contigua que el tenía, su madre o Rosie venían frecuentemente para hacerme compañia, ademas de que aproveché para explorar el resto de la mansión aunque nunca me alejaba muy lejos de la habitación de Alastor.

El dormia en su habitación, la misma donde pasamos nuestra primera noche como pareja aquí en el infierno, cada momento que pase con el aquella noche, hizo que me quedará perdidamente enamorada de el,  aunque no fueramos pareja en vida, yo estaría a su lado todo el tiempo y no estaría en ninguna otra parte que no fuera a su lado en estos momentos difíciles para ambos.

Desde el momento en que despertaba en sus brazos en nuestra habitación el hotel, hasta que lo veía concentrado trabajando en el hotel, o cuando lo veía centrado preparando el desayuno hacía que quedara mas enamorada de el.

Cuando lo encontraba tocar alguno de los instrumentos que dominaba en vida le gustaba dar pequeños conciertos junto conmigo a nuestra princesa en la sala de estar. Y en muerte adoraba cuando armaba sinfónicas pequeñas en el lobby del hotel en las horas de descanso de los obreros gracias a sus sombras. 

Cada dia que pase con el en vida y en la no-vida me volvia y me volvere a enamorar mas de el. Cada rasgo de el me encantaba desde su faceta mas arrogante y narcisista cuando recién llegó al hotel, su faceta cariñosa y melosa en nuestros momentos de pareja, lo carismático y atractivo cuando estábamos solos o con los demás hacia que me sintiera la mas afortunada de todas. 

Se que debo estar loca, y si fuera el caso, estoy locamente enamorada de Alastor, y aun en esta condición lo amo mas que nunca ya que arriesgo la vida por mi madre y de haber estado en el lugar de mi madre el hubiera hecho mas cosas...eso yo lo se.

La noche que el despertó, el dormía en su cuarto y yo en uno contiguo al suyo,  podía escuchar como el viento movía las copas de los pinos, la madera de la como crujía, además de sentir mucho frío. Por mas que trataba de entrar en calor la temporada de fríos extremos en el infierno habían empezado, asi que decidi ir a la habitación de Alastor para poder entrar en calor durmiendo a su lado.

Al entrar a su alcoba note que el estaba descansando tranquilamente, aun tenia conectado los instrumentos que median sus signo vitales y estaba conectado a la solución salina, me acerque a su lado y ingrese dentro de los cobertores ya que su cama era muy amplia, y a pesar que el dormía en firmes, yo decidí recargar mi cabeza en su pecho cubierto de su pijama roja una vez cómoda decidí oler profundamente el olor que expedía Al.  

Fue entonces que sentí como el como pudo extender sus brazos y me dio un abrazo fuerte, estaba despertando y sin siquiera saberlo. Yo estaba por estallar de emoción pero me trate de contener, así que decidí abrazarlo sutilmente, no quería asustarlo o lastimarlo, pero por dentro estaba feliz casi chillaba de la alegría. 

La mañana siguiente desperté temprano pensando en que todo fue un sueño hermoso, pero pude notar que estábamos efectivamente dormidos juntos. -  Bonjour mon amour - le dije mientras me levantaba de su lado, el estaba con una sonrisa de oreja a oreja pero aun durmiendo.

-Alastor...- le dije y el se compuso, pero al verme dio un grito de susto y cayó de la cama arrastrándose de espaldas hasta topar con pared. Yo claro creí que estaba bromeando pero pronto pude notar que no era así. Ya que al caer todos los instrumentos que median sus signos vitales se desconectaron y la vía intravenosa que tenía puesta en la mano derecha se desconecto del líquido y está aún dentro de la piel le lastimó la mano. - Alastor por favor...- dije tratando de salir de los cobertores para tratar de ayudarle con lo sucedido con la vía intravenosa.

Te amare en vida y en el infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora