Capítulo 32 Planeando la luna de miel.

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Era temprano por la mañana y el nuevo matrimonio real se encontraba en su hogar en Villa canibal, no tenían mas de dos meses de contraer nupcias y aún no habían tenido su tan anhelada luna de miel por lo mismo de las responsabilidades.

Ni en vida se pudieron dar aquel lujo por lo mismo que se juntaron  varias complicaciones y situaciones en ese año de 1929: 

Primero la crisis económica, el embarazo de Charlotte, la quiebra y el posterior reflote de la estación de radio donde trabajaba Alastor, atender la cafetería que tenía Charlotte en medio de la ciudad y diversas cosas que hizo que ambos desistieron su tan anhelado viaje de enamorados.

Pero esta vez no sería la ocasión...






CHARLOTTE

Estaba despertando de mi hermosos descanso, sentía que mis piernas y mi intimidad me dolían ligeramente, aunque el dolor era placentero, al abrir los ojos lo primero que vi era el desnudo pecho trigueño grisáceo lleno de cicatrices de mi esposo en donde yo tenía recargada mi cabeza, al enfocar mejor mi vista logra ver que era nuestra habitación en villa canibal, literalmente era una copia exacta de nuestra casa en el mundo de los vivos.

Llevábamos casi dos meses de haber contraído nupcias con Alastor y viviendo en nuestro nuevo hogar y en verdad estábamos mas que felices. Nuestra rutina de esposos no difería mucho a la que tuvimos en vida a excepción de que no atendía una cafetería y el no iba a la estación de radio.

Ahora ambos trabajábamos en el mismo lugar la mayor parte del tiempo, ya que el debe reportarse a su cuartel, al ser oficial tiene bajo su mando una pequeña unidad la cual hace patrullas en las zonas rojas de la ciudad Pentagrama de vez en cuando, pero por lo general pasa la mayor parte del tiempo en el hotel ayudándome en la administración y en la contabilidad de este, mientras yo estoy en las sesiones y talleres de rehabilitación. Y aunque no hemos tenido aún el éxito que esperaba, estoy convencida que lo lograremos muy pronto...espero.

Todo estaba tranquilo y en silencio a excepción de los lejanos sonidos que logre identificar que eran de los repartidores de periódico o los lecheros de la villa que entregaban sus encargos a las casas de los vecinos de nuestra residencia.

Vivir ahí era como viajar en el tiempo a los años donde Al y yo vivimos juntos en el mundo terrenal, a excepción de que todos eran pecadores y caníbales, diría que estamos viviendo nuestra vida en el mundo terrenal de los años 30's.

Faltaban dos semanas para navidad, y aunque nuestra casa, al igual que el hotel lo habíamos adornado para la ocasión, la navidad en estos parajes no es algo tan festejado.

Al despertar, lo primero que note era a un Alastor profundamente dormido, en verdad verlo dormir tan tranquilo, tan tierno, tan vulnerable me hacía enamorarme y sentirme dichosa todos mis días siendo su esposa nuevamente. Era algo que no cambiaría por nada en el mundo...y ni digo del sexo, el sigue siendo la fiera en la cama como siempre lo fue. 

Conforme pasan los días Alastor se encuentra en mejor forma y podria decir que se encuentra mejor que antes del atentado, aunque no puedo negar que si me siento mal al ver sus cicatrices que fueron resultado de semejante acto en su contra, en si nadie sabía quién fue el que plantó la bomba en el hotel. Solo sabíamos por el momento que la colocaron horas antes del evento y que no dejaron ni una huella.

Al ver que eran las 6:30 traté de volver a dormir ya que era sábado y aunque estamos encargados del hotel a mi me encantaba pasar lo mas posible con Alastor. En verdad amaba a ese hombre con cada fibra de mi ser...en verdad.

Pero como pasaban los minutos y aunque poco a poco caía nuevamente en el el mundo de los sueños, pero para mi bendita suerte Alastor despertó, algo que me hizo enojar ya que quería dormir nuevamente con el.

Te amare en vida y en el infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora