Reencarné en la historia que odio (Fanfic Emperatriz Abandonada)

Extraño encuentro

La mañana llegó, y con Lien ya nos encontrábamos en el centro de la ciudad. Pese a la situación en la frontera, había un gran contraste en la ciudad, el movimiento no se detenía, como si todo siguiera tan tranquilo como de costumbre, los restaurantes estaban llenos, las boutique, joyerías, por donde se mirara había movimiento, parejas, familias, grupos de jóvenes, todos estaban distraídos en sus mundos, por un lado me hizo sentir más relajada y aliviada, puesto que tantos días trabajando para el emperador mis pensamientos ya se habían vuelto más serios y sombríos, al menos ver la alegría y vida que tenía el centro me hacía olvidar la situación de la frontera. Aún así, entre las dos, Lien era la mas emocionada por salir, de hecho ignoraba si antes de asistirme su trabajo contemplaba más días libres, quizás ella acostumbraba a salir más.

"Entonces señorita, ¿iremos primero al templo?"

"Hm...pensaba que lo dejáramos para más tarde, aún podríamos visitarlo antes de regresar al palacio, ¿por qué no visitamos algún lugar que te guste?" 

Pensándolo bien, no sabía qué esperar si iba al templo a intentar hablar con Vita, por tanto ante cualquier cosa prefería que Lien aprovechara el día, unas horas no incidirían mucho en el resultado.

"¿Lo dice en verdad?, hmm entonces ¿por qué no visitamos la boutique?, podemos almorzar en un restaurant o incluso asistir a una función del teatro, no estoy segura si ya haya asistido a una"

"Por supuesto, sería fantástico asistir a una función teatral, ahora que lo pienso, ni siquiera en mi mundo asistí alguna vez a un teatro. La verdad es que no tengo muchas actividades planificadas para hoy, así que lo que propongas estará bien para mí"

Continuamos nuestra ruta tal como Lien lo propuso, visitando las distintas tiendas que la ciudad tenía para ofrecer, observando vestidos en las vitrinas, esculturas hechas por los más prestigiosos artesanos del la nobleza o visitando la joyería en busca de accesorios para el cabello o la ropa. Dado a que el emperador igualmente me daba una remuneración por mi trabajo podía comprar por mi parte esta vez, por lo que sería mi primera experiencia involucrándome con el sistema monetario de este imperio de otro mundo, en esta ocasión invité a Lien el almuerzo y algún accesorio que le gustase.

Estuvimos todo el día caminando y recorriendo los diversos puntos de comercio de la capital, incluso incursionando en un callejón más popular, encontramos una feria de artesanías, aún cuando los trabajos expuestos no estaban en una vitrina de tienda de renombre, la calidad de los trabajos era de la más alta, incluso allí compré un accesorio para el cabello,  Lien también escogió un broche. Después nos dirigimos al mismo restaurante que Eitan solía llevarnos, en esta ocasión estaba mas vacío, de hecho nuestras voces hacían eco en el recinto,

El día fue muy entretenido, pasar el tiempo con Lien se sentía diferente que con Jieun o Aristia. Con Lien todo era espontáneo, era real, una amistad diferente, puesto que ella no estaba en mis planes, jamás la conocí en la historia, y por lo mismo, la ventaja de que todo fuese más genuino con ella y con Eitan, por lo que le guardaba el cariño de una amiga legítima. Aún así, le tenía aprecio a Aristia y tenía el deseo de ayudarle, y pese a que Jieun a veces tuviese un carácter que me dificultaba tolerar, seguía teniéndole un cariño, después de todo, ella era lo más cercano que tenía a hablar con alguien de mi mundo.

La tarde avanzaba, el ocaso estaba llegando y nosotras veníamos saliendo del teatro, no vimos una obra teatral como tal, sino que estaban presentando una ópera, una experiencia nueva y agradable, aunque realmente ese tipo de entretenimientos no fuesen de mi gusto personal ya que me sentía como una adulta, aún así disfruté mucho el momento. Ahora sólo nos quedaba visitar el lugar que más interés tenía, el templo.

Realmente no sabía qué esperar de ese lugar, no sabía qué haría realmente o qué les diría a los monjes que lo habitaban, después de todo, me hice pasar por una enviada de Vita que estaba de parte de la pareja real, pero ellos que están más conectados con Vita podrían saber la verdad de mi llegada a Castina, por lo que en cierto grado, hasta sentía temor de aparecerme en aquél lugar y que descubrieran que estoy mintiendo y oculto un crimen inclusive.

Llegamos al templo, aún cuando aquél lugar se encontraba en la misma ciudad, estaba en un sector más distante, un lugar dedicado para que estuviese allí sin perturbación alguna, sin tiendas al rededor, sin contaminación, sólo una amplia rotonda que lo conectaba con la ciudad. La fachada era impresionante y hermosa a la vez, tenía un estilo griego a simple vista, al principio, como si nos dieran la bienvenida habían dos colosales pilares con figuras talladas y cerca de la base recubierto con hierbas, seguido unas escalinatas de mármol que nos dejaban frente a dos puertas que se abrieron de par en par para recibirnos.