Mis pasos hacían eco en las baldosas del silencioso pasillo del palacio central, que en esta ocasión, por impresión mía quizás, sentía que relucían aún más de lo normal.
Erguida, con una expresión solemne, una blusa blanca y un vestido azul marino con suspensores, y el cabello tomado en una coleta me dirigía hacia la oficina del emperador. Volviendo mis recuerdos atrás, hasta hace unos meses estaba cursando mi último año de preparatoria y ahora, me había convertido en la asistente de un emperador, pensar los hechos desde ese punto de vista era una completa locura para mí, pero esa locura era mi realidad. Aunque por un lado estaba muy emocionada por este nuevo evento en mi corta vida, cada paso que daba con total solemnidad era en realidad la fachada de una Lilian que temblaba de temor, ya que el día de hoy no me presentaría ante el emperador de una forma casual para desayunar y conversar un poco, sino que a partir de hoy, pasaría a convertirme en una leal servidora.
Finalmente, luego de caminar un rato y que mi cabeza fuese invadida por miles de pensamientos sobre este hecho, llegué a la puerta de la oficina del emperador, a las afueras estaba custodiada por dos guardias, lucían para nada amigables, sus rostros completamente serios me inspiraron más inseguridad, deseando que en este preciso momento estuviese Eitan entre ellos para darme unas afectuosas palabras como solía hacerlo en muchas ocasiones. Me presenté ante ellos luego de que solicitaron el motivo de mi visita y abrieron las puertas de par en par."Buen día majestad, nuestro sol del imperio" -hice una reverencia al saludarle a mi nuevo jefe.
"Buenos días señorita Lilian, que temprano ha llegado jo jo jo"
"¿Eh?, gracias majestad, es sólo que al ser mi primer trabajo, quería ser puntual."
"Ya veo, gracias por sus buenas intenciones, pero creo que llegó aún antes de lo puntual.." -Dijo riendo mientras que aún más nerviosa por lo que dijo, me fijé en el reloj de su oficina, que indicaba que aún faltaban cuarenta y cinco minutos para presentarme ante el emperador. Ante tal traspié solo atiné a sonrojarme por la vergüenza.
" ji ji ji...este..lo-lo siento ma-majestad, supongo..que deberé regresar en un rato más...disculpe las molestias.."
"Espere un momento, tampoco estaba tan ocupado, supongo que cuarenta y cinco minutos antes es mejor que un minuto después, podemos adelantar trabajo jo jo jo. Por favor, adelante, tome asiento."
"Sí majestad" -tal como lo solicitó, tomé asiento en un lugar dispuesto frente a su escritorio.
"Bien, para explicarle brevemente, el día de hoy debo revisar y llenar muchos documentos, además de autorizar solicitudes que me han llegados de los distintos reinos del imperio, por lo que necesitaré ayuda para realizar tal trabajo lo antes posible, por lo que su tarea inicial, será ayudarme a revisar los documentos y dependiendo de lo que digan, tomar acciones en el asunto."
"E-esta bien majestad"
Era de esperar que me correspondería realizar tareas como esas, aún así, estaba nerviosa por el trabajo que me tocaría, podía leer e interpretar mejor el idioma de Castina, pero me sentía tan inexperta aún que sabía que sería más carga para el emperador que un buen apoyo, pero esto era serio, no podía quejarme y huir de la asignación que me había otorgado el emperador, por lo que no tenía más remedio que esforzarme y cumplir lo mejor posible el trabajo que me pidió.
"Jo jo jo, tranquila, no pasará nada malo con esto, entiendo que es algo completamente nuevo para usted, no se apresure en leer todos los documentos, tenemos todo el día para revisarlos, si encuentro que hay un tema importante, lo apartaremos y agendaremos para una reunión con los miembros del consejo"
"Está bien, gracias majestad"
Tal como me dijo el emperador, no me presioné, por lo que comencé con una pila de documentos. Al principio, me enredaba al leer un poco, lo más probable por los nervios de la situación, porque de leer ya podía hacerlo, aún así, al pasar más documentos, pude irlos interpretando un poco más rápidos.
Había mucho material en ellos, algunos documentos de los que tenía que leer trataban sobre reclamos de algunos caballeros entre sí, otros sobre reclamos entre los miembros de la servidumbre, la verdad nada importante, sólo quejas y acusaciones producto a discusiones que se formulaban entre los sectores, otros reportes eran sobre peticiones de parte de los directores de sectores del palacio, algunas cosas sobre presupuestos o implementación de nuevos protocolos o solicitud de más ayuda para distintas tareas en el palacio. Después de leer muchos reportes de esa índole me fui aburriendo un poco, puesto que en mi mente tenía otras expectativas al respecto.
Una vez leído y comentado sobre los reportes, el emperador me dictaba su decisión al respecto y me correspondía escribirlo para luego ser firmado por él y que se tomaran las medidas de acuerdo al caso, nada muy elaborado.
Después de seguir con ese ritmo, divisé un reclamo un poco peculiar, este venía de parte de Dina, una de las sirvientas de Jieun, en él, se quejaba de ella:
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Reencarné en la historia que odio (Fanfic Emperatriz Abandonada)
FanficMi vida era completamente pacífica. Una adolescente de 17 años con sueños y proyecciones típicas de esa edad. En mi tiempo de ocio solía leer historias de amor, hasta que un día me llegó la recomendación de lo que parecía ser una prometedora histori...