7| Descubrimientos

3.2K 310 153
                                    

Por todos los puercos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por todos los puercos.

¡Por todos los malditos puercos!

—Blair, ya cálmate —pide Holly.

—¡¿Cómo pretendes que me calme?! ¡Estoy en boca de todos ahora!

—¿No es lo que querías?

—¡Pero no así! —reclamo.

Me recuesto en la pared, sujetando mi chaqueta de mezclilla y pensando en las mil maneras para escapar del país. Hong Kong allá voy.

Giselle sale por la puerta de empleados y estoy dispuesta a lanzarme contra ella cuando Holly me detiene.

—Hey, tranquila. No tienes que recurrir a la violencia. —Mira a Giselle—. Así se lo merezca.

Le mira molesta.

—No hice nada malo —se queja—. Solo le di un empujón.

—Un empujón que no te pidió.

Rueda los ojos.

—Si van a culparme, al menos agradéceme por volverte famosa. No sabes lo difícil que es serlo en Internet. Incluso yo que tengo conocimiento de este mundo, no he logrado escalar tan alto.

—Me da igual —rebato—. Debiste preguntarme si estaba de acuerdo.

—Te ibas a negar, por eso lo hice.

Vale. Es verdad, pero no le daré la ventaja.

—¡Giselle!

—Compórtate, Blair —me regaña—. Actúa con madurez y enfréntalo.

—Claro que actuaré con madurez para enfrentarlo, comenzando por ti. —Me acerco a ella, pero Holly me coge de la cintura, apartándome.

—¿Por qué tienes que ser tan fuerte? —Forcejeo para liberarme, pero es inútil.

—Que tú seas una debilucha lo vuelve fácil —se burla.

Menuda amiga la que tengo.

Holly me suelta, dejándome tras ella.

—Iremos por un trago y hablaremos de esto, ¿de acuerdo? —Nos mira a ambas—. Dejen de actuar como adolescentes y compórtense como tal.

La miramos con mala cara, pero aceptamos.

Holly nos encamina hasta su auto y juntas nos vamos al bar más cercano, que por cierto es el único que conocemos que permite a menores de veintiún años beber alcohol. A excepción del Hozz, al que únicamente pudimos entrar gracias a Holly. O más bien, al poder que tiene su familia. Sí, la chica de los tragos no es nada más que hija de empresarios importantes de Los Ángeles. Trabaja en ese restaurante para no depender del dinero de sus padres todo el tiempo. Y, a decir verdad, le entiendo.

Blake & Blair: Love Song ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora