Blair es una cantante con el corazón roto y su compañero de piso está dispuesto a repararlo.
♪♪♪
Blair Allen es sinónimo de mala suerte. No pega ni una bien en la vida, en especial en el amor.
Blake Wealler vive siguiendo las normas y es un fiel cr...
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¿Qué diablos está haciendo?
Los dedos de Blake están entrelazados a los míos, y aunque sé que debería incomodarme, no lo hace. Sus ojos verdes miran fijamente a los míos e incluso podría descubrir qué estoy pensando.
Y no quiere saberlo.
Cuando estoy por abrir la boca, él se aclara la garganta para luego aparatarse de mí. Una corriente de aire frío me golpea cuando él se aleja.
—Buenas noches, Blair —murmura antes de irse, dejándome con la palabra en la boca.
Por todos los puercos, ¿qué acaba de pasar? Este chico me volverá loca y no de amor. Ahora sí que se pasó tres pueblos.
No entiendo un carajo y tampoco quiero seguir dándole vueltas al asunto, pero ¿por qué Blake me cogió de la mano? ¿Será que es su forma de demostrarme amistad o ya le conquisté con mis deplorables técnicas de coqueteo? Y mira que no tengo.
Me arrojo en el sofá con la mirada perdida en el techo.
Detesto las señales confusas de los hombres. Aunque no puedo quejarme porque yo tampoco puedo ser directa. En cuestión de sentimientos doy asco, mi lengua se traba al hablar y cualquiera pensaría que quiero echarle de mi vida antes que dejarle entrar.
Creo que Blake me contagió su estupidez, o quizá el cabello pelirrojo le queme las neuronas. Lo que sea que tenga me lo contagió porque ahora es casi seguro que él me gusta.
Es guapo —no voy a negarlo—, en personalidad chocamos y de no ser porque me agrada el ochenta por ciento del tiempo, ya estaría bajo un puente. Por mí podría irse a vivir al letrero de Hollywood.
Liarme con él estaba en mis planes antes de hacerme a la idea de que solo debíamos ser amigos, ahora viene y actúa como un personaje de película cliché: Me coge de la mano, me acerca a él y luego susurra en mi oído palabras tiernas.
Menuda cursilada. ¡Yo solo quiero una vida medianamente normal!
Está demás decir que Blake es un pesado insoportable. Uno muy guapo.
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Después del incómodo incidente, Blake no ha vuelto a mencionar una palabra. Le agradezco porque no sabría cómo reaccionar.
Le comenté a mis amigas lo del contrato y de inmediato armaron plan para vernos. Al parecer, el drama de mi vida es más interesante que el suyo.
El chat grupal "Girls Hate Boys" nunca antes había estado tan activo. Quedamos en ir a una cafetería cerca del edificio y que para suerte de Holly, es vegana. Ellas aparecen minutos después de que Blake y yo llegáramos. Hacen sus respectivos pedidos para luego dar rienda suelta al interrogatorio.
—Así que firmaron el contrato —corrobora Holly—. ¿Ahora qué sigue?
