13| Sentimientos

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—Blair, despierta

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—Blair, despierta.

Me remuevo en mi lugar presa del cansancio. Me siento como si hubiera corrido una maratón o comido en exceso.

—Disculpe, no siempre es así.

La voz de Blake me obliga a abrir los ojos.

—Muchacho, ya lo he visto todo.

Me desoriento al no reconocer en dónde estoy, pero a los segundos recuerdo que seguimos en el auto y como no está en movimiento, asumo que hemos llegado a casa. Santos puercos, me quedé dormida.

Me recompongo y abro la puerta, no sin antes agradecerle al chófer que me responde con una sonrisa cordial.

Blake saca ambas maletas y luego cierra el baúl. Me volteo hacia él una vez que el auto se marcha.

—No debiste dejar que me durmiera —le regaño—. Qué vergüenza.

—Estabas cansada. —Se encoge de hombros.

Me aproximo a coger mi maleta, o más bien mi bolso, para disminuir la carga.

—Al menos no ronco.

Camino hacia el edificio con toda la intención de irme a la cama.

—No, pero hablas dormida.

—Yo no hablo dormida. —Lo miro mal—. ¿Cómo sabes eso?

Sonríe divertido.

—Cuando recién me mudé, fui a tu habitación a preguntar por el botiquín de emergencia ya que tenía dolor de cabeza. Te encontré dormida con Boggo encima de ti a las dos de la tarde.

—Estaba cansada —replico sin mirarle a los ojos para ocultar mi vergüenza.

—Sí, lo noté cuando dijiste: "No quiero ir a trabajar".

—Pues no es mentira —admito sin ninguna pena.

Me doy la vuelta para subir las escaleras y abrir la puerta de mi piso. Boggo sigue en casa de Holly. Dijo que le vendría a dejar por la mañana ya que estaríamos cansados. Se lo agradezco porque por más que quiera a Boggo, no me apetece escucharle ladrar ahora que estoy muerta de sueño.

Voy directo a mi habitación y lo primero que hago es arrojarme sobre la cama, dejando caer el bolso en el suelo.

—Te extrañé mucho —murmuro contra mi almohada.

Creo que podría quedarme dormida en este mismo instante.

—Al menos lávate la cara —dice Blake como si acabara de leer mi mente.

Levanto la cabeza de la almohada para encararle.

—Comienzo a creer que tienes poderes psíquicos o algo así.

Me levanto sin ganas y camino hasta el cuarto de baño. Retiro los restos de maquillaje de mi cara —menudo desperdicio de material— y luego me enjuago con agua fría. También cepillo mis dientes y sujeto mi cabello en una coleta baja. Al salir me encuentro a Blake apoyado en la pared de enfrente.

Blake & Blair: Love Song ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora