Puedes hacerlo Olivia, puedes tratar de adaptarte vamos se que puedes.
No puedes.
Solo es el primer día de escuela y tienes a Geno y a Thomas.
Eso no justifica que te vaya bien.
Me limpie una lágrima que bajaba lentamente por mi mejilla, mientras me miraba en el espejo de mi habitación, ya estaba lista para ir a la preparatoria. El clima estaba frío y nublado, pero parecía que sería solamente eso y no llevaría por el resto de la mañana, llevaba unos jeans con un suéter de color negro, me puse un chaleco encima del suéter así no nevara o lloviera estaba haciendo mucho frío, agarre mi mochila y la colgué en uno de mis hombros.
Mi padre se había ido temprano al trabajo y cuando baje note a mi madre con su uniforme de chef en la entrada de la puerta esperándome. Me miro de arriba abajo y me dio una sonrisa de boca cerrada.
***
Una vez estando en el auto camino a la escuela, notaba que mi madre me miraba de disimuladamente a ratos, y supuse que quería preguntarme como había estado últimamente; y fue así después de un momento incomodo de silencio ella me lo pregunto.
-mmm... Olivia- pregunto mi madre con un tono incomodo.
-¿sí?- respondí calmada.
-¿cómo has estado estos días?-
-He estado bien mamá- mentí
-Vamos hija, puedes decirme la verdad- insistió mi madre.
-Que he estado bien- dije empezando a ponerme tensa.
-Sé que es difícil- me miro con cara de preocupación. -no has comido tanto, y sé que es difícil pero podrás a adap...
-¡JODER MAMÁ QUE ESTOY BIEN!- grite mirándola con rabia -MIENTRAS MÁS TOQUES ESE TEMA MÁS DIFÍCIL SERA PARA MI MAMÁ, SOLO DEJA DE PREGUNTARME COMO ESTOY SI SABES LA VERDADERA RESPUESTA-
Al terminar de decir esas palabras note que mi madre frenaba el auto enfrente de la escuela, se quedo mirándome con expresión de sorpresa, jamás le había gritado de esa forma, me sentí mal por ella y al instante me arrepentí.
-Perdón mamá, no quería gritarte- dije tomando su mano que se encontraba en la palanca de auto, ella cambio su expresión de sorpresa a una tranquila y me dedico una sonrisa de boca cerrada.
-Está bien hija, entiendo cómo te sientes- respondió
Mentira, solo lo dice para calmarte. -dije en mi mente-
-¿De verdad me perdonas?- pregunte avergonzada.
-sí, hija claro que sí y estaré para ti cuando quieras hablar de eso- respondió dándome un abrazo y agregando un beso en mi frente. El cual me tranquilizó mucho. -ahora baja y entra a clase- en ese instante agarre mi mochila y baje del auto, le dedique una última mirada por la ventana y vi como sus labios se movían diciendo "suerte" sin soltar algún sonido, me gire para observar la preparatoria y era grande más grande que mi antigua escuela, era de dos plantas con paredes de cristal y el resto con paredes de ladrillo, tenía una gran cancha de fútbol americano, estaban todos los estudiantes caminando y saludándose entre sí, hasta que alguien gritando mi nombre que me sorprendió desprevenida.
-¡OLIVIAAA!- grito dándome un abrazo por detrás, todos a nuestro alrededor nos miraron frunciendo el ceño, Thomas que iba cambiando detrás de ella, miraba el suelo avergonzado por el grito que había tomado Geno.
-Geno, Thomas hola, que bueno verlos- dije entusiasmada, las vibras de Geno eran contagiosas.
-Hola Olivia- dijo Thomas dando una sonrisa.
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Ese chico de San Francisco
RomanceOlivia es una chica depresiva por mudarse a San Francisco, ella esta convencida de que no hay nada interesante allí, pero su punto de vista empezara a cambiar en cuanto nuevas personas entren a su vida y una de ellas, un chico el cual tiene aura de...