dragon ball x kakegurui.
gokú ha llegado a una academia donde las apuestas son la mejor manera de sobresalir, los desafíos que le esperan no serán de pelas ni seres superpoderosos, esta vez tendrá que vencer a personas cuyo único objetivo es ganar a...
personajes e imágenes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.
mi apuesta - capítulo 7.
a pasos lentos pero decidido se transportaba por el pasillo, su respiración parecía lograr calmarse y trató de nublar su mente, instantes después se encontró cerca de aquella puerta, tardó bastante en encontrarla, pero al fin su siguiente objetivo se encontraba frente a sus narices.
-supongo que es aquí...- musitó el chico rascando su cabeza, no sabía cómo terminarían las cosas, pero si no hacía algo no podría ayudar a saotome.
un par de golpes resonaron del otro lado, la mayoría de miembros que usualmente trabajan en aquella sala se habían marchado ya, no obstante aún había alguien que podía atender a ese llamado.
-pase.- aquella voz conocida anunció desde dentro y sus pasos fueron un tanto torpes al adentrarse en el recinto.
nuevamente sus ojos se cruzaron y su vista celeste le señaló, de inmediato cuando le vio soltó esa sonrisa con la cual le había conocido.
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-vaya, en qué puedo ayudarte gokú-san?.- interrogó la presidenta del concejo estudiantil y el chico se adentró aún más en la habitación.
-hola, lamento venir tan tarde, pero me aconsejaron acudir aquí si tenía algún problema.- rascaba su nuca tratando de expresarse, la presidenta permanecía sentada en el sofá posiblemente tomando algo de reposo.
podía notar que la mujer de cabellera clara no era la única que se encontraba en el lugar, un poco apartada una chica de negra y larga cabellera atada en una coleta, parecía verlo con algo de enojo, pero tal vez solo era cosa suya.
-bueno, depende del problema que te afecte, aunque es curioso que vengas aquí cuando acabas de apostar.- comentó ella, lentamente bajó su taza de té, decidida a escucharle. -qué es lo que necesitas gokú-san?.- preguntó después de invitarle a tomar asiento.
-bueno, podría utilizar los 31 millones que acabé de ganar para la deuda de mery-chan?.- interrogó rascando su cabeza, no evitó mostrar algo de asombro, pero luego solo sonrió de nueva cuenta.
-por supuesto, es un dinero que has ganado por fuera del que tu representante ordenó que no fuese manipulado.- contestó, aquello formó una sonrisa en el chico.
-en serio, muchas gracias presidenta-chan!.- como si se tratase de un gran favor se inclinó demostrando algo de respeto.
-aunque ya es un poco tarde para pagar la deuda de saotome-san.- dijo repentinamente y con ello un confusión nació.
-el patrimonio de saotome-san está por los suelos, la academia ha tenido que pagar su deuda a cambio de tener control de su vida.- explicó, pero aunque dijese eso gokú no entendía nada de lo que decía.
