Capítulo 19 - Mi vida.

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Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.

—¡¿qué es lo que estás diciendo?! —cuestionó el tesorero. —¡No tienes poder para tomar una decisión como esa, ni tú ni nadie más puede hacerlo! —exclamó ante lo que sus oídos escuchaban, de ninguna manera podría permitir que todo esto ocurriese, la vicepresidente no podría tomar ese tipo de decisiones que sin duda alguna ahora le afectarían, sin embargo y para su mala suerte el mundo se vendría abajo cuando del interior de la máscara una risita pudo escucharse de forma burlona.

—¿Eso crees tú? —le preguntó la enmascarada y posteriormente la mujer retiró el objeto que ocultaba su rostro. en ese momento todos apreciaron el bello rostro de aquella mujer  de ojos celestes y de pintalabios azul, inmediatamente todos se sorprendieron al saber que no era exactamente la vicepresidente quien bajo esa máscara estuvo espectando todo de forma tranquila.

—¡¿Qué-qué es lo que está haciendo aquí presidente?! —preguntó Manyuda apenas pudiendo articular palabra alguna y pronto los labios de la chica se acercaron a su oído. 

—No sabría decirte con exactitud, pero sí tendría que darte una razón... sería para ver la cara que ahora tienes —declaró, con un tono de burla.

—Vaya, esto sí que no me lo esperaba! —una chillona voz pudo escucharse en lo más alto de la tribuna, aquella era Runa quien todo este tiempo escuchó en silencio y con emoción el desenlace de todo esto.

Fue un momento tan eterno como angustiante, el silencio perduró desde que la secretaria del consejo estudiantil trenzó el cabello de la Presidente hasta que volvió nuevamente como repartidora del encuentro.

—Bien, he dicho que permitiré este tipo de apuestas. —dijo la chica tomando asiento frente a los jugadores. —Lastimosamente, para la academia y el consejo; el valor de Son Gokú no tiene lugar, así que me temo que no podremos tenerlo en cuenta — aclaró tranquilamente y dejando desconcertados a todos.

—¡Pe-pero, ustedes me prestaron dinero por un plan de vida! —reconoció Gokú sorprendiendo a aquellos que no estaban enterados por esa noticia.

—Así es, pero ese solo fue un plan de vida temporal, pues la deuda era de bajo costo para los estándares de la academia —respondió la presidente y esa declaración dibujó una sonrisa en el rostro de Manyuda.

—Vaya, parece que tu vida no vale mucho después de todo —exclamó el tesorero ajustando sus lentes nuevamente. —Si no puedes apostar tu vida, no podrás seguir —comentó con un tono prepotente, parecía ya tener la victoria asegurada para él.

La angustia no se hizo esperar, Itsuki y Saotome no hicieron más que apretar sus dientes ante lo que recientemente había acontecido, esto no pintaba para nada bien, sin embargo todo cuanto podrían preocuparse desaparecería en un instante.

—No será necesario — de repente, una voz resonó en todo el escenario, sorpresiva que llamó la atención de todos y en lo más alto de la tribuna una bella mujer de azul cabellera se presentó y los ojos de Gokú brillaron cuando la miró.

—¡Bulma! —clamó con alegría al ver a su amiga estar en el escenario y Saotome sintió algo de alivio cuando miró la presencia de esa dama, no sabía mucho de ella, pero de lo que sí estaba segura es que ella podía darle la vuelta a la situación.

poco a poco Bulma descendió y a un lado de Gokú se posicionó, dejando a todas las demás chicas por detrás suyo, mostrando de alguna manera que su presencia ahora era la más importante en el lugar.

—¿Puedo saber lo que aquí ocurre? —preguntó con poco ánimo ante el panorama que le recibía, pues había muchas fichas apiladas y las cartas ocultas y angustia que se respiraba no era para nada agradable.

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