Capítulo 15.

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Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.

Mi apuesta, capítulo 15.

De forma tranquila se sentó en una mesa libre y pidió lo que usualmente come en los descansos y también ordenó lo que pensó a su amiga le gustaría y no tardó mucho para que Saotome llegase hasta él porque ya era costumbre que fuesen juntos a la cafetería, que él estuviese antes que ella para alcanzar el desayuno.

—Noté que ayer no viniste saotome-san —comentó el joven cuando se encontraron uno frente al otro —te guardé el pan de chocolate, pero nunca llegaste — él explicó, la chica no evitó sonrojarse, a pesar de todo parecía haberla estado esperando, o al menos así lo pensó en ese momento.

—Desperté con un fuerte dolor de cabeza, decidí no venir, pero conociéndote debiste estar feliz de comerte todo tú solo —habló, gokú sonrió rascando su cabeza y quiso hablarle de Yumeko, pero no pudo hacerlo, algo le dijo que no debería compartirlo porque ni siquiera él lo comprendía bien.




—¿Qué se supone que hagamos ahora? —la voz se escuchó tranquila, pero con claras dudas que resolver—Después de la humillante derrota de Midari y de los rumores que se han esparcido, la posición del concejo estudiantil no es muy buena —declaró el tesorero del concejo estudiantil, ajustando sus lentes mientras observaba unas hojas de papel sobre el escritorio aparentando que el tema del Son no era muy importante.

—Bueno, ¡no pude evitarlo! —declaró la chica del parche con una extraña sonrisa que se dibujaba en su rostro—- Mi chico es muy bueno, demasiado bueno como para no experimentarlo por mí mismo —exclamó, claro que parecía disfrutarlo a tal punto de incomodar al resto con su perversión y sus para nadas santos pensamientos, ya parecía no hablaba de apuestas.

—Como sea, Son Gokú parece que no está muy conforme con nosotros y todo lo que el concejo estudiantil tiene preparado para las mascotas ¿no es así? —la chica con apariencia de niña comentó mientras jugaba con su consola portátil, aunque en la última pregunta observó a la secretaria quien parecía haber escuchado todo.

—No fue muy educado de su parte al dirigirse a la presidenta al declarar eso, de eso estoy segura — fue lo único que dijo al momento de hablar, el resto solo escucharon silenciosos, aunque claro, pronto toda esa clama se fue.

—Pareces preocupado Manyuda ¿acaso temes de Gokú y la presión que ejerce? —preguntó Ikishima acercando su rostro al del azabache, burlona con cada una de sus palabras, buscando incomodar al azabache que parecía más preocupado en los papeles que leía.

—Yo, preocupado por ese inepto? —cuestionó de forma molesta antes que tomarlo con gracia—. El que algunos de aquí hayan perdido contra él es una completa humillación, me da asco —Declaró mirando con desprecio al resto que agacharon la cabeza —Por cierto, dónde está la presidenta, sin ella nos queda decidir con el resto lo que pasará con los perdedores —exclamó fastidiado sin medir sus palabras.

—Basta Manyuda-san, no es momento de actuar con prepotencia —Habló la secretaria, no obstante inmediatamente fue confrontada por el azabache que le miró desafiantemente.

—en esta escuela no hay algo a lo que se pueda llamar "prepotente", ya deberías saberlo después de estar tanto tiempo junto a la presidenta —aclaró arrogantemente, sin embargo hubo alguien más que parecía estar en contra de la forma de pensar de aquel joven, más bien, solo quería aprovechar la situación a su favor.

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