Capitulo 12 - ¿Matrimonio?

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personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.

Mi apuesta - Capítulo 12.

-Mi-Midari-chan!.- retrocedió al instante, cuando incómodo por ese rostro de locura quiso salir de ese lugar.

-hola son-kun, veo que has estado divirtiéndote mucho sin mí últimamente!.- gritó acercándose cada vez más, sabía que el chico no podría huir, porque todo lugar estaba completamente cerrado y no había más salidas que la única puerta por la que habían entrado.

-yo, yo solo aposté un poco para saldar mi deuda.- explicó, en un momento la pared ya se encontraba a sus espaldas y no pudo retroceder más, solo podía ver a la chica acercarse cada vez más a él.

-si, ya lo sabía.- comentó y tomando el uniforme del chico lo obligó a acercar su rostro al de ella. -también sé de lo genial que estuviste, ambos se las arreglaron para tener un juego más parejo no?.- sin pudor alguno se acercó lo suficiente para lamer la mejilla del joven pelinegro, que ante la incomodidad cerró uno de sus ojos, no quería ni imaginarse en lo que se había metido.

-ambos?, a quién te refieres con eso Midari-chan?.- logró articular, apenas asumiendo lo que decía y lo que pasaba, ante esa pregunta la mujer solo soltó una risa.

-me refiero a que pronto, muy pronto serás solo mío!.- vociferó con un fuerte grito, apretaba sus piernas con fuerza ante la poca razón y pudor que mantenía del solo pensar a gokú y ella arriesgándose en más apuestas, el chico que le hizo temer de morir y a la vez de hacerla sentir la mayor excitación en solo unos instantes, a su modo eso debió bastar para enamorarse de él.

no comprendió a qué era lo que se refería, lo único en lo que pensaba era en la manera de escapar de aquella loca, incluso sus fosas nasales se inundaron de las hormonas que de aquella mujer desprendió al alocarse en el instante, pero de repente un milagro apareció, la puerta se abrió lentamente permitiendo una oportunidad de escapar, no obstante dejó de considerar esa opción cuando el liso y largo cabello de la Jabami se le presentó al momento de atravesar la entrada, azabache que por alguna razón no evitó recordar lo que ayer pasó, donde sus bocas casi se unen dejando un mal sabor de boca por no haber podido conectar su piel.

-señorita Midari, ya hemos podido encontrarla.- una de sus subordinadas informó, ahora la atención total de la azabache de cabello corto se centró enteramente en yumeko que de forma tierna saludó a los presentes.

-que bien que ya estamos todos reunidos!.- declaró la presidenta del club del embellecimiento y de forma interesada se acercó a la recién llegada. 

-hola son-kun, qué haces por aquí.- saludó la dama provocando que gokú saliese de su trance.

-yumeko-chan, hola.- un tanto nervioso contestó y se acercó a la mujer para susurrar en su oído. -la verdad no lo sé, me trajeron aquí y ahora no puedo escapar de ella.- informó causando una leve risita en la que a escondidas fue su prometida.


-bueno, se preguntarán para qué los he traído aquí!.- vociferó dirigiéndose a la pareja esta vez. -pues debe ser más que obvio, para una apuesta!.- dijo después bastante más emocionada que yumeko.

-vaya, una apuesta!.- juntó sus manos ante la buena noticia que la Jabami recibió.

-por qué siento que algo malo va a pasar?.- pensó gokú ante los rostros felices de las chicas, no es que tenga mucho dinero en estos momentos para apostar, si hacía las cuentas le quedaban unos cinco millones.




-bien, qué es lo que se supone apostaremos y jugaremos?.- con un dedo en su mejilla la Jabami se hizo esa cuestión, solo causando que la emoción que perduraba dentro de Midari aumentase.

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