Capítulo 21 - Kirari.

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Personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.

Al regresar al apartamento se encontró con la chica esperando calmada sobre la mesa, los ojos de Gokú coincidieron con esa castaña mirada que no dejó de señalarle, la dama con la que había pasado tan mágica noche de alguna manera se veía más linda de lo que recordaba.

—me preguntaba a dónde fuiste, no te encontré al despertar —Comentó Yumeko.

—Salí a trotar un poco, me gusta mantener mi estado físico —explicó, sin embargo la Jabami no le pareció normal que no hubiese ni un rastro de cansancio ni una gota de sudor sobre la ropa del joven. —¿Quieres desayunar algo? —preguntó él, pero la pelinegra negó.

—Debo ir a un lugar antes de regresar al instituto —dijo Yumeko y se puso de pie con algo de dificultad. —¿Te parece si te veo en clases?, hoy es un Día importante —continuó preguntando, sin dar algún comentario respecto a lo que anoche pasó.

—e-está bien. —Respondió él y se sintió un poco nervioso cuando la dama se acercó a su rostro. 

—Son-kun, sabías que si cancelo mi deuda, alguien más estará destinado a casarse contigo?, ¿quieres eso?—preguntó ella causando sorpresa en el joven.

—¿De qué hablas?.

—No olvides ganar hoy, de lo contrario... tal vez no volvamos a vernos nunca más —depositando un beso en la comisura de los lábios del son, yumeko informó con ese tono sensual que solo ella puede tener, el joven se quedó estupefacto por esa declaración, pues no importaba si ganaba o perdía, al final no podría verla nunca más, ni a ella, ni a bulma, ni a mery.

La estadía en este mundo había sido algo extraño al principio, no entendía la razón de permitirse estar en este lugar cuando pudo utilizar el tiempo para algo más, pero ahora, se dio una idea de lo que pudo significar esto, nunca antes se había sentido de esta forma, lo único que si entendía era el apego que había tenido a sus amigos, sin embargo había algo más que le confundía, porque alguna vez en lo único que pensaba era en regresar, sin embargo ahora no quería pensar en eso.

De repente su teléfono vibró alertando un mensaje, era bulma quien le informaba que iría pronto a recogerle y le llevaría al instituto.

—Me informaron que apostarás con Ririka, me han dicho que es una apuesta bastante arriesgada, pero intentar destrozar su acuario es una ambición muy grande, pero qué demonios pasa por tu cabeza al apostarte a ti mismo? —Bulma preguntó mientras conducía el auto.

—¿E-estás molesta? —preguntó Gokú, pero la chica no respondió, tanto su mirada como su voz evadieron al chico y luego se estacionó frente a la entrada del instituto, un momento de silencio se formó mientras la chica tardó en responder.

—¿Recuerdas cuando me conociste? —ella indagó evadiendo la pregunta. —Estaba perdida, no sabía qué hacer, mi familia, todo lo que tenía se había ido... —continuó diciendo y luego, esos celestes ojos señalaron al Gokú. 

—Mi familia apostó contra la familia Momobami hace tiempo, esa fue la causa de todo, intenté remediarlo apostando contra Kirari y su hermana, pero el resultado fue inútil —Confesó causando sorpresa en el chico. —Me arrebataron mi apellido, mis padres desaparecieron y me quedé sola y fue así por mucho tiempo.

—Yo no sabía eso. —Comentó Gokú, entonces la chica lentamente deslizó sus manos y buscaron la piel de su amigo

—Pensé que sería así para siempre, pero llegaste tú, no te conocía de ningún lado, eras un completo extraño y de la nada me ayudaste, creo que nunca te he agradecido por eso... —con voz baja habló y sus ojos tomaron valor para ver al chico, lentamente se acercó y tomó las manos de Gokú en un gesto un poco cariñoso.

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