Capítulo XLIV

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Capítulo +18

Cassandra


Camino nerviosa por la habitación, rodeo los sofás y muerdo mi uña del dedo índice en el proceso. Esta mañana he llamado a las chicas para que me ayuden en preparar la boda, hace una semana que Chase y yo lo hablamos y hemos decidido comenzar con los preparativos, después de tanto esperar; al fin podré casarme y esperar a que mi bebé nazca.

Lo único en lo que no hemos podido estar de acuerdo es en los nombres para el bebé, Chase siempre sale con algún nombre extraño como "Silver" o "Shon", cosa que a mi no me agrada del todo. No quiero que mi hijo sufra de burlas en la escuela, el ojiazul está seguro de que nuestro bebé será el chico más guapo a donde quiera que vaya, pero eso no es un seguro para garantizar que no sea el blanco de algunos brabucones, lo sé y él también al igual que cada uno de los chicos; ya que incluso el ojigris sufrió por culpa de las burlas que antes recibía en la escuela básica.

Chase salió desde temprano al trabajo y le mentí diciéndole que trabajaría el día de hoy; cosa que no es para nada verdadera, ya que, debido a mi estado de embarazo próximo a dar a luz, me dieron mi permiso por ello, además de que ya tengo fecha próxima a conocer a nuestro bebé. Tema que también le he ocultado al ojiazul, ya que, al parecer, nuestro hijo vendrá al mundo un día antes de las fiestas decembrinas.

La primera en llegar al apartamento es la pelinegra, quien carga con ella un bolso lleno de revistas nuevas, nos envolvemos en un abrazo en el que quesito también hace participe, moviéndose dentro. Caminamos hacia el interior del apartamento, sentándonos sobre el sofá; me adentro en la cocina dejándola sola por un momento, lleno dos vasos con zumo de uva y regreso con la pelinegra de ojos azules quien hojea una de las tantas revistas que ha traído. Cuando estoy a punto de sentarme nuevamente sobre el sofá, el timbre suena y vuelvo mis pasos hacia la puerta de entrada para darle paso a una pelirroja, radiante y con una panza algo crecida.

— ¡Hemos llegado! — vocifera elevando los brazos hacia los lados, con las bolsas que también traen revistas en su interior.

— Bien, ya que estamos todas, demos inicio con esto de la boda — Susan aplaude emocionada.

Meredith comienza a sacar las revistas que trae con ella, le ofrezco zumo, y nos embarcamos en la búsqueda de los vestidos de novia más lindos que jamás haya visto.

La tarde se nos va en visitar paginas web para encontrar un jardín que sea de mi agrado, direcciones de las boutiques de vestidos para novia y damas de honor, discutimos acerca de si debo o no usar zapatillas altas y que tan sensual debe ser mi lencería para la noche de bodas. No es hasta pasadas las siete de la noche que caigo en la cuenta de que Chase no tarda en llegar de la oficina y que no hemos comido nada más que galletas, papitas y panqueques; escondemos todo en el cuarto de huéspedes y llamamos al delivery para pedir algo de un restaurante de comida china.

Estamos riendo por la anécdota de la pelirroja de su primera consulta con Tyler en los talleres de paternidad y maternidad cuando las llaves sobre el cerrojo de la puerta nos distrae, enfoco la vista en el reloj sobre el muro del pasillo y me sorprendo al percatarme de que apenas pasaron treinta minutos desde que dejamos las cosas de la boda de lado.

— Oh... Hola — saluda a las chicas y quita su saco, depositándolo sobre el perchero — No sabía que vendrían, ¿Cómo estás Mer? — se acerca hasta nuestro lugar, saluda a su hermana y luego se sienta a mi lado.

— Bien, gracias por preguntar — le regala una sonrisa y se concentra en beber de su zumo.

— ¿Cómo van con el bebé?, ¿Ya conocen el sexo?

Saved Souls [ Souls #2 ]✓ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora