11 - "𝓣𝓮 𝓪𝔂𝓾𝓭𝓸?"

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Armando no queria ver a su prometido, sentía qué cada vez más desconocía al chico lindo del qué estaba enamorado. Despues del accidente el castaño habia buscado hablar con Yun, saber lo qué realmente habia pasado pero sólo habia logrado qué este le viera con lastima para despues echarse a llorar. El omega sé negaba a hablar no queria poner en peligro a su familia o bueno más de lo qué ya estaban, Tonet también sé habia mantenido fiel a su palabra y por mucho qué le amenazaron los ex-miembros de The Unión el chico fue una tumba. 

La pareja habia discutido a niveles extremos, llegaron a tanto qué al día siguiente de la  última pelea Yun encontró su casa vacía; sólo habia una nota de su alfa en el comedor qué decía qué cuando estuviera dispuesto a hablar y no representará un peligro para sus hijos volvería. Armando sabia qué habia llegado demasiado lejos con eso pero cuando encontraron golpes en los brazos de sus pequeños y estos sollozando le dijeron qué el "jefe malo de mami" lo hizo, sé altero demasiado, ¿qué tanto hacia su amado cómo para qué un hombre fuese capaz de pegarle a un niño por él? 

Los dias pasaron y aunque Kalahari sé moría de desesperación por ver a sus cachorros su instinto le decía qué debía protegerlos y eso tal vez significaba alejarse, no habia dejado qué nadie lo visitara, le habia ordenado a Juanjo qué viviera con su padre por mucho qué el pelinegro sé negaba. Necesitaba estar sólo y pensar, sólo eso pedía. Todo atacaba su cabeza de forma espontánea: John, García, Miller, la mafia de Trucazo. 

Nada parecía tener un arreglo, todo era tan pero tan complicado. Habia momentos en qué sé perdía, sus ojos dejaban de mostrarle lo qué habia a su alrededor sumiendolo en un sueño profundo o por lo menos eso era para él, despertaba en lugares diferente de su casa e incluso con ropa distinta. Muchas veces sé preguntaba sí estaría perdiendo la cabeza, no era normal olvidar doce horas o un día entero, o él al menos no lo consideraba así.

Ya sé habían cumplido dos meses desde qué Armando lo habia dejado, su casa estaba echa un desastre y su aspecto era prácticamente el de un vagabundo; estaba dormitando en el sillón con una cerveza en mano cuando el timbre sonó. Sé levanto con pesadez de la cómoda superficie y abrió la puerta sin fijarse en quien estaba detrás, unos brazos lo atraparon con fuerza y durante unos instantes el aire sé le fue.

-M-millel -dijo con voz ahogada dando suaves golpes en el hombro del sheriff

-Joder macho, sabes lo preocupado qué he estado por qué no te veía ni contestabas mis llamadas? -suspiro soltando al menor y observandole con dulzura, las mejillas de Yun sé pintaron de rojo. Hace mucho qué no le veían así.

-Pueh ya vi'te qué toy bien, entonce adioh! -exclamo nervioso e intento cerrar la puerta, el peligris río ante esa acción y entro a la casa cómo sí fuera la suya. 

Kalahari no tuvo el valor de sacarlo así qué sólo le siguió al interior, el mayor inspecciono el lugar haciendo una mueca de asco al verlo tan sucio, sé giro hacia el asiático y le sonrio de nuevo.

-Vete a bañar mientras yo arreglo todo esto -ordenó sacandose el saco y arremangándose la camisa

-Pelo...cómo clee? Tú tah loco -chillo el menor completamente avergonzado

-Venga, qué me debes un desayuno y en estas condiciones no quiero comer -dijo guiñando un ojo y empezando a buscar algo para barrer el suelo, Yun abrió varias veces la boca intentando hablar pero nada salía de ella. No tuvo más opción qué hacer lo qué Miller le pidió.
Al bajar las escaleras abrió los ojos sorprendido, todo estaba en su lugar y lucía impecable, vaya qué habia conseguido un buen amo de casa. 

El sheriff le esperaba sentado en el sillón y mientras qué el pelirrojo cocinaba algo el mayor sé fue a duchar por petición de este, cuando ambos estuvieron listos sé sentaron a platicar y pronto crearon un ambiente realmente cálido. Miller observaba con atención a su acompañante, suspirando cómo adolescente enamorado cada vez qué los ojos del omega sé iluminaban al hablar de algo qué le gustaba, no habia tardado mucho en darse cuenta qué Kalahari le gustaba y tampoco tenia dudas de qué en algún lugar del corazon de este él también estaba. 

Estaba distraído en estos pensamientos qué cuando un olor dulce llegó a su nariz levanto la cabeza rápidamente, el pelirrojo tenia las pupilas dilatadas y su rostro tomaba un color rojizo. Miller sé puso nervioso, ¿Será qué habia entrado en celo? Sé acerco al chico con cuidado aunque estaba peleando para qué su lobo no saliera y lo hiciera hacer algo de lo qué sé  arrepentiria, sacudio con delicadeza el hombro del menor y en un segundo este ya habia saltado a sus brazos. 

Podía oír los suaves ronroneos y sentir los labios de Yun dejas un caminito de besos en su cuello, sé queria apartar pero su alfa gruñia ante la idea; no sé iba a aprovechar del celo del asiático, no sería capaz de hacerle algo sí este no estaba consciente. Pero el omega tenia otros planes, atacó con brusquedad los labios del mayor y su lengua tuvo paso libre en la boca de este.

-Ah! -gimio Yun cuando sé separaron para tomar aire, tomo las mejillas de Miller y le obligó a verle

-Esto...está...mal -jadeo el alfa, su mente estába confundida, ¿era posible qué el omega de Yun lo aceptará a él para pasar el celo? No tendría este qué buscar con desesperación a su alfa?

-Vamoa al cualto -pidió el pelirrojo acariciando los suaves cabellos grises, Miller no pudo resistir ante eso
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Kalahari gemia mientras era embestido con fuerza, sus manos sé aterraban a la ancha espalda sobre él rasguñándola cuando el hombre llegaba a su punto G. Las horas habían pasado y las calles estaban iluminadas por las farolas mientras la sombra de la noche permanecía, las ventanas del cuarto del pelirrojo estaban empañadas y dentro acurrucados en la cama estaban los dos hombres. El menor sé hallaba dormido pero Miller no podía dejar de pensar qué despues de eso necesitaría con más urgencia al chico, ahora ya nadie lo separaria de Yun. Ni siquiera Gruas.

Please Not Again (Yunando Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora