La música empezó a sonar en los altavoces, las parejas que había en las fiestas caminaron a la pista para mover sus cuerpos al ritmo de la suave música; en medio había un espacio para que los recién casados como era costumbre dieran su "primer baile".
Armando extendió su mano hacia el pelirrojo y tomo con delicadeza la regordeta cintura de este, Yun recargo su cabeza en el pecho del mayor y se dejó llevar. Al terminar la melodía la pareja volvió a sentarse, ambos en diferentes esquinas pero en la misma mesa; sumiéndose en sus profundos y solitarios pensamientos,
-Me permites esta pieza? –Yun levanto la cabeza encontrando la mano del sheriff frente a él, hizo una pequeña mueca pero aceptó la invitación.
Se abrieron paso entre la gente y empezaron a dar vueltas al compás de la música, el lobo del pelirrojo se puso nervioso; algo muy extraño estaba pasando, el cachorro también reconocía al alfa con olor de cítrico como su padre. El solo toque de Miller alteraba al feto.
-Sela mejol que... -intento excusarse el omega, pero ninguna razón válida llegaba a su mente
El peligris soltó una pequeña risa pero no libero el agarre, tenía que comprobar que sus sospechas fueran ciertas.
-Supongo que sabes que no dejare que otro alfa cuide a mi cachorro –dijo el mayor, Yun le miro alterado
-No es tuyo –gruño mostrando levemente los dientes, Miller sonrió con malicia
-Por lo que veo, tampoco de Armando –se burló, eso era cierto, se notaba que en parte el mecánico rechazaba al bebe
-No dejale que le digas, el niño es mío y punto –corto el pelirrojo
-Pero sabes, hay un problema –dijo el sheriff, mientras seguían su danza - el me reconoce como su padre, cierto?
La mano del alfa se posó en un costado de la pancita del omega y las patadas que segundos antes estaba dando el cachorro cesaron, Yun se apartó con brusquedad y se alejó; su expresión era de furia pero por dentro se moría de miedo.
El menor camino hasta la barra de bebidas y se recargo en esta, su respiración estaba acelerada y sentía que en cualquier momento se iba a desmayar. Paso su mano por su frente quitando el sudor frio que resbalaba en esta, cerró los ojos cuando empezó a ver borroso; al final, las fuerzas lo abandonaron y su cuerpo empezó a caer...
Armando bebía sin preocupación alguna, varias personas se acercaban a platicar con él pero las frías y cortantes respuestas del hombre hacían que la plática no durara mucho. Había desatado el nudo de su corbata, el alcohol hacia lentamente presencia en su cerebro; se estaba mareando pero eso no le impidió reaccionar al grito de su lobo.
<<Yun!>> grito el animal
El castaño se puso de inmediato en pie y busco a su esposo con la mirada, corriendo rápidamente para coger el cuerpo de este antes de que cayera al suelo; pero...no fue el único que lo hizo.
Los dos alfas se miraron, ambos sostenían el cuerpo del pequeño asiático; Miller sujetándolo de la espalda y Grúas de la cintura. Alrededor de ellos se había formado un círculo de curiosos, los fuertes aromas de los dos hombres habían hecho presencia.
Claro que el olor a naranja jamás podría igualar al de romero.
-Almando...-la mano del castaño fue apretada con fuerza, Yun se había recargado en su regazo
-Suéltalo –ordeno el mecánico, el policía gruño y se incorporó alejándose de la pareja
Grúas cargo el cuerpo del omega y salió del jardín donde se había organizado la fiesta, abrió la puerta de su coche y dejo al asiático en el asiento del copiloto; condujo con tranquilidad a su departamento, ese donde él se había quedado durante los meses que se habían separado. A su parecer necesitaban intimidad.
Dejo a Yun sobre la superficie de la cama y se metió a la ducha en lo que el menor despertaba.
-¿Estas mejor? –pregunto Armando una vez que el omega abrió los ojos, este asintió
-Toma, cámbiate de ropa –Kalahari agarro la camisa que el castaño le ofrecía y empezó a desabrochar el vestido que traía
Una vez que se deshizo de la molesta prenda el pelirrojo se sentó en la cama recargando su espalda en la pared, recordaba todo lo que había pasado en la fiesta y sabía que Grúas se había enterado de todo.
Cuando el mayor volvió de la cocina ambos se quedaron en silencio y solo se acomodaron en la cama, con una considerable distancia separándolos; ¿Cómo se supone que iniciarían la conversación que se debían?
-Miller, eh? Que buena elección hiciste –bufo Armando
-Clee que yo quelia?! –grito enfadado el asiático- el etaba en la casa cuando mi celo llego
-¿Sabes cómo pudimos evitar todo esto? –ambos se miraron- si jamás hubieras puesto la vida de nuestros hijos en riesgo, así de fácil!
Yun no reclamo, eso era cierto, si no se hubiese aferrado a ser parte de una mafia eso no hubiera pasado. Pero lo hizo, quiso llenar ese hueco que le faltaba para lograr ser completamente feliz; ¿Acaso no merecía serlo?
-Hubielas estado contento si yo molia? –pregunto, el alfa le miro sorprendido
-Porque dices eso?
-Si ese dia los niños hubielan ido contigo al tlabajo, solo me hablian secuestlado a mi y entonces yo estalia muelto. Ellos no estalian en liesgo –pego sus piernas a su pecho ocultando su rostro en ellas, esa sería su realidad si sus hijos no hubiesen estado con él
-El tema es...crees que yo estaría bien sin ti? Acaso no te ha quedado claro que te amo más que a nada en el mundo? –dijo Armando con voz temblorosa
-Pol eso me lestliegas cosas que pasalon hace meses? No cleo que me quielas tanto entonces –soltó girando su cabeza hacia el lado contrario del que estaba su marido
-Eso crees? –gruño Armando, se acercó al omega y tomo la cara de este entre sus manos; plantando un firme pero cariñoso beso en los labios de Yun
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Please Not Again (Yunando Omegaverse)
DiversosSegunda parte de "Uno Mas Uno Son Tres": Tu boda cerca, meterte a una mafia sin que tu alfa lo sepa, sentir algo por un agente de la ley...que otra cosa podría pasar?