Mommy issues | bts

Do it well: KNJ pt 2.

— Namjoon.

El me observó de inmediato, con los ojos acuosos, al borde de las lágrimas, no lloraba, sabía que se estaba conteniendo.

Alcé su mentón y acaricié parte de su mejilla, analizando sus rasgos, sus cachetes sonrojados, su respiración irregular, sus labios hinchados, abultados del inferior debido a las mordidas.

Su cuerpo algo tembloroso, el encuentro lo dejó sudado, su cuerpo resbaloso, goteando.

— Abajo, te quiero de rodillas.

No dudó un segundo y lo tenía bajo mis pies, con sus piernas abiertas, apoyado de sus rodillas rosadas por el roce con el suelo, su cabello algo pegado a su frente y su respiración agitada.

Saqué mi tacón derecho, recorrí con la yema de los dedos de mis pies sus muslos desnudos y calientes, la parte interna, su abdomen, parte de sus testículos y luego el tronco de su pene.

Namjoon se removió, apenas gimiendo.

— N-no, dios, no puedo...

— ¿No puedes qué?

No habló, estiró su cuerpo rendido y se apoyó hacia atrás con ambas de sus manos mientras recorría el largo de su pene, llegando al glande.

— Voy a venirme.. estoy muy caliente.

Toqué la punta con el dedo mayor, recorriendo hacía abajo con gusto, mirando fijamente su intimidad, guardando la escena en mi cabeza.

El calor aumentaba, mi blusa comenzó a sobrar, mi falda también así que fueron retiradas.

Sus ojos se perdieron en mis senos, en mi ropa interior y el como el calzón se ceñía en mis caderas.

Su miembro se tensó, reí ante el acto y lo molesté un poco.

— Te pusiste duro porque quité mi ropa, ¿eso habla muy bien de ti?, claro que no.

Acomodé mi brasier y mi cabello, golpeé un par de veces la cama y bastó para que se recostara en ella.

Me levanté, acariciando el borde de mis caderas, sujetando el costado de la ropa interior, retirándola  para un lado nada más.

Subí por su cuerpo, con mis piernas abiertas hasta poder llegar a su boca.

— Dios, ¿puedo sentarme justo aquí?

No recibí respuesta alguna, sola la cálida sensación de una húmeda extremidad recorriendo mi vagina, sus movimientos lentos y profundos mientras succionaba mi clítoris me hicieron temblar de gusto.

Namjoon me sujetó de las caderas, apretó mi culo, lo estrujó y se permitió saborear a gusto lo maravilloso que era tenerme sobre su cara.

— Joder, así.

Gimió en respuesta, hundiéndo su lengua en mi entrada, golpeando sin piedad. sentí mis piernas temblar, el estómago apretado y la voz quebradiza.

En segundos el orgasmo me golpeó tan fuerte que casi me sentí desfallecer, me alejé de sus labios escuchando su respiración irregular y tomé su pene, alineándolo en mi.

— No puedo, maestra...

— Claro que si, ángel.

Lo hundí profundamente desde una estocada, gimiendo de gusto, Namjoon mordíó su labio, apretó las sábanas y levantó su torso para poder aferrarse al mío.

Comencé a brincar, su miembro salía y entraba, golpeaba mi punto de la manera más exquisita.

Sus labios bordearon mi pecho, besando mis senos mientras los apretaba en sus manos.

Tomó el pezón en su boca, mordíó y succionó con fuerza, marcándolo.

— Me vengo, voy a venirme..— lloriqueba, aferrándose a mi espalda.

— También, también yo..

Aspiré, casi chillando de placer, el sudor corría por nuestros cuerpos, el límite se acercaba, el pene de Namjoon se hinchaba y en el momento en el que mis piernas comenzaban a acalambrarse el climax llegó de una manera brutal.

Caí sobre su cuerpo, aún dentro de mi, las contracciones de ambos eran duras pero pronto cesarían.

— Amor, realmente no puedo más.

Removí mis caderas, el lloró y yo reí, apenas esperando para poder continuar con el siguiente.

— Esa boca debería estar en mi coño, no hablando.