Mommy issues | bts

Marry Christmas: PJM pt 1.

TW: sub, dom, dualidad.

Estaba terminando los preparativos para la cena de navidad, organizando algunos papeles, comenzando con cortar las verduras para las ensaladas, etc.

Usaba audífonos para disfrutar la aburrida experiencia al máximo pero unos brazos me hicieron sobresaltar de la nada.

– ¡Dios!, Jimin... – suspiré, voltéandome – casi me matas.

– Lo siento mucho, mi amor, pero entré avisando que había llegado y no respondías.

Asentí.

- Corazón, te hice kimchi sin picante.

- ¡Genial!, quiero comerlo ahora mismo, muchas gracias.

Sin dudarle le dí de probar un poco con unos palillos, esperé su reacción ansiosa porque lo había preparado con tanto esfuerzo y vídeos en YouTube.

- Dios, está exquisito.

Con rápidez llevó otro pedazo a su boca, y otro y luego otro, realmente estaba feliz, significaba mucho para mi y para mis nulas habilidades de cocina.

- Me alegro mucho, busqué en demasiados videos de youtube.

Sus manos sujetaron mi cintura lentamente, rodeándola para acercarme a su cuerpo.

– Oh corazón, permíteme agradecerte.

Tomó de mi mano y me guió hasta él sofá, sentándome allí para subirse sobre mi regazo y comenzar a besarme, sujetó mis manos y las colocó sobre su culo permitiéndome azotarlo un par de veces antes de apretarlo a mi antojo.

– Dios... – jadeó – no sabes cuanto extrañaba esto..

- ¿Qué extrañabas, mi amor? ¿qué te follara?

El sonrió, asintiendo mientras se deslizaba a mi boca nuevamente.

- Quiero besarte... – sus dientes mordieron mi labio inferior - quiero comerte, dios...

Sus manos tomaron mi rostro para volver a besarme, esta vez más caliente, más necesitado y más apretado, nuestras caderas se mecían contra la otra y mis manos no podían evitar apretar su trasero con tanta fuerza.

Sus dedos se escabulleron por mi vientre para retirar mi camisa, quité la suya y de repente la ropa comenzó a sobrar, me ayudó a quitar mis pantalones y también sacó los suyos que cayeron sonoros contra el piso, regresó a mi regazo a devorarme nuevamente la boca.

Lo recosté en el sofá mientras me recibía entre sus piernas, me sujeté de sus costados mientras el sujetaba mi culo y lo presionaba contra su erección, gruñendo conforme.

- Tienes una expresión tan caliente en tu rostro, mami..

Sujeté su rostro para poder besarlo, sus labios son tan perfectos que no podía evitar darme el lujo de morderlos a mi antojo, lamí el inferior antes de sujetarlo entre mis dientes.

– Una sesión de besos pre navideños.

– No hace falta un jodido muérdago para comernos la boca, ven aquí.

Afirmó mis caderas para montarme sobre el, sus besos descendieron por mi cuello, marcando sus dientes en el bajó hasta mis clavículas, deslizando su lengua caliente por ellas.

Nos frotábamos a un ritmo desesperado, estábamos pegados moviendo nuestras caderas al mismo vaivén, sus manos se apretaron a mi trasero, lo azotaron y luego enterró sus uñas en el.

– Alguien merece unos azotes..

Sonreí, besando suavemente su mejilla para deslizarme por su cuello sintiendo un fuerte golpe a mi glúteo que me hizo jadear contra su piel.

Prontamente una alarma sonó y me dió a entender que eran las nueve de la noche.

– Amor, ¿compraste la cena no es así?

Jimin me observó aguardando mi respuesta y joder, claro que no lo había hecho, me apoyé en su hombro maldiciendo unos segundos antes de mirarlo nuevamente.

– No lo hice...

Un golpe duro dió contra mi adolorida carne.

– Ahora realmente mereces unas nalgadas.

Bufé, apoyándome de nuevo en su hombro mientras el me rodeaba con sus brazos antes de besar mi mejilla dulcemente, brindaba caricias a mi espalda para relajarme.

– ¿Qué haremos?

– No te preocupes, corazón, buscaremos una solución.