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Mis padres estaban muy enamorados.

Personalmente, Jennei no hubiera llamado amor a la relación obsesiva, casi simbiótica e insana que sus padres habían mantenido, aunque su opinión no era la general al respecto.

-En su amor no había sitio para una criatura. Y, sí, yo fui esa niña.

Jisoo no supo qué decir.

-Lo siento.

Podía ver, a través del lenguaje corporal de Jennie, que está se arrepentía de la escasa información personal que estaba dando.

-Voy a formar parte de la vida de Naehun y tú puedes llevarlo como una adulta o...

-¿O? No soy una mala persona, Jisoo. No me conviertas en una -dijo suavemente- No debería haberte engañado para que vinieras, pero tú no hubieras hablado conmigo y el asunto del matrimonio... Sé que te he asustado. Lo entiendo, pero a veces digo cosas sin haberlas pensado bien.

-Me estabas presionando. No has dado tiempo ni siquiera para pensar.

Jennie se retiró un mechón de pelo mientras se separaba de la encimera.

-No se me da bien esperar.

-¿Quieres decir que eres impaciente?

Una expresión que Jisoo intentó comprender sobrevoló su mirada profunda antes de que se encogiera de hombros.

-Me gusta vivir en el aquí y el ahora, no esperando a un mañana que pueda...

Se detuvo, dejando la frase sin terminar. Ahora ella comprendió el significado de esa mirada.

-Pero ¿existe para ti? -dijo, necesitando de repente una confirmación. Al fin y al cabo, era la madre de Nae.

-¿Un mañana, quieres decir... muchas mañanas?

Ahora mismo parecía la imagen de la plena salud, pero quién podía saber... En su primer encuentro, ella no había hablado de su enfermedad porque, en su experiencia, en cuanto alguien escuchaba la palabra cáncer, ya no le veían como persona sino a eso. Era un tema que todavía evitaba.

-¿Quién sabe? Pero tengo toda la intención de estar por aquí y ver crecer a mi hija.

El nudo de ansiedad en el estómago de Jisoo se aflojó, mientras emitía un pequeño suspiro de alivio.

Jennie se retiró de la puerta que había abierto y la recién llegada vio el interior de la recocina, que estaba lleno de objetos y equipo para bebé.

-Le pedí a Namjoon que comprara algunas cosas -dijo, tirando de una trona y colocándola al lado de la mesa grande que ocupaba el centro de la habitación- ¿Está bien?

-¿Algunas cosas? -exclamó Jisoo, observando los estantes repletos y los montones de pañales de todos los tamaños existentes- Parece que ha comprado la tienda entera. ¡Es perfecta! -dijo depositando a Nae en la trona. Le puso el babero y tomó la cuchara del bol de comida, pasándosela a Jennie.

-Tienes que empezar en algún momento -dijo, mientras pensaba... Por favor, no hagas que me arrepienta de esto- Es tan solo una cuchara, así que no me mires con esa cara de susto.

Jennie miró la cuchara de plástico azul como lo que era... un cable tendido y la primera muestra de deshielo en la actitud de Jisoo. Con cuidado, tomó la cuchara de su mano.

Quince minutos después, la tensión de la atmósfera había disminuido considerablemente y la comida del bol estaba distribuida por igual entre el bebé, el suelo y la propia Jennie.

-No es tan fácil como parece. ¿Ha comido algo?

-Suficiente -murmuró Jisoo, depositando la cuchara y el cuenco vacío en el viejo y profundo fregadero de piedra, mientras miraba con disimulo cómo Jennie se desdoblaba las mangas de la camisa.

HEIRSS - Jensoo G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora