Epílogo

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Según el doctor, había sido la primera ocasión en la que había tenido que preocuparse más por el futuro padre que por el papá y el bebé.

Zhoumi se había comportado bastante bien durante la mayor parte del confinamiento de Henry win, aunque tendía a sobre reaccionar a veces. Los consabidos dolores y molestias del embarazo habían causado no poca alarma, y había habido muchas veces en que había insistido en enviar en busca del doctor sin ninguna razón en absoluto, a pesar de la negativa exasperada de Henry win.

Incluso algunas partes de ello había sido maravillosas. Las tardes tranquilas cuando Zhoumi descansaba junto a el con las manos apoyadas en su estómago para sentir las patadas del bebé. Las tardes de verano, cuando paseaban por Hampshire, sintiéndose uno con la naturaleza y la vida que pululaba por todas partes. El descubrimiento inesperado de que el matrimonio, más que oprimir su relación con formalidad, en cierta forma había dado vida a una sensación de liviandad, de ligereza.

Zhoumi se reía a menudo ahora. Era mucho más dado a gastar bromas, a jugar, a demostrar su afecto abiertamente. Parecía adorar al hijo de Hangeng y Heechul, Ronan, y se sumaba a la tendencia familiar de malcriar al chiquillo de pelo oscuro.

Sin embargo, durante las últimas semanas del embarazo de Henry win, Zhoumi no había podido ocultar su creciente temor. Y cuando el parto de Henry win comenzó en mitad de la noche, entró en un estado de terror absoluto que nada apaciguaba. Cada dolor del parto, cada uno de los jadeos de el, hacían que Zhoumi se pusiera de color ceniza, hasta Henry win se había dado cuenta de que el lo llevaba mucho mejor que él.

—Por favor —murmuró Henry win al oído de Heechul privadamente—, haz algo con él.

Así que Hangeng y Kyuhyun habían arrastrado a Zhoumi del dormitorio a la biblioteca, aturdiéndolo con buen whisky irlandés durante la mayor parte del día.

Cuando el futuro conde de Cavan nació, el doctor dijo que estaba completamente sano, y que desearía que todos los nacimientos pudieran ir tan bien. Heechul y Donghae bañaron a Henry win y lo vistieron con un camisón limpio, lavaron y envolvieron al bebé en suave algodón. Sólo entonces permitieron a Zhoumi acudir junto a ellos. Después de asegurarse de que su esposo y el niño estaban ambos en buen estado, Zhoumi lloró de alivio sin ninguna vergüenza e inmediatamente se quedó dormido en la cama junto a Henry win.

Miró de su guapo y dormido marido al bebé en sus brazos. Su hijo era pequeño pero estaba perfectamente formado, de piel clara, con una notable cantidad de pelo negro. El color de sus ojos no estaba claro por el momento, pero Henry win creía que finalmente resultarían ser azules. Lo elevó hasta apoyarlo contra su pecho hasta que sus labios estuvieron cerca de la minúscula oreja. Y siguiendo la tradición gitana, el le dijo su nombre secreto.

—Eres Andrei —susurró. Era el nombre de un guerrero. Un hijo de Zhou no podía ser menos—. Tu nombre gadjo es Xiumin Cole. Y tu nombre tribal... —Hizo una pausa meditabunda.

—Jado. —Era la voz somnolienta de su marido junto a el.

Henry win bajó la vista hacia Zhoumi y extendió la mano para acariciar su espeso y oscuro cabello. Las arrugas en su cara habían desaparecido, y parecía relajado y contento.

—¿Qué quiere decir? —preguntó el.

—El que vive apartado de los romaní.

—Es perfecto. —Dejó la mano sobre su pelo—. ¿Ov yilo isi? —Le preguntó suavemente.

—Sí —dijo Zhoumi, contestando en inglés—. Hay corazón aquí.

Y Henry win sonrió mientras él se sentaba para besarlo.

Conquístame al amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora