Jimin, un joven de 18 años muy carismático, que desafortunadamente ha sufrido abusos en la escuela toda su vida a causa de su orientación sexual.
Yoongi, es un hombre de 25 años que debido al abandono de su padre en la infancia y los constantes a...
Su corazón comenzó a palpitar de manera insesante al punto de sentir que este se saldría de su pecho. Jimin estaba más pálido que una hoja y sus ojos más abiertos que de costumbre por el asombro. Por fin tenía de frente a quien por tantos días le había robado el sueño, no parecía real, parecía una maldita broma. Reunió el poco de fuerzas que aún le quedaban para intentar articular una solo palabra pero fue imposible, no pudo decir nada.
Yoongi entonces, al no recibir respuesta, cerró la puerta detrás de él, y tomando la iniciativa, acortó la poca distancia que quedaba entre ellos, en un segundo, retiró el anillo de su dedo y estiró la mano para devolver el objeto a su dueño original. Jimin estaba muy sorprendido por haber encontrado el anillo causante de su berriche en el baño de los hyungs, pero estaba más sorprendido aún por tener a ese chico de nuevo frente a él.
-Gracias -respondió mientras su mano temblorosa tomaba el objeto que se encontraba todavía en la palma del contrario.
-¿Gracias? -dijo Yoongi ladeando la cabeza. -Agradéceme bien.
Y fue entonces cuando este tomó con fuerza la débil mano del contrario para acercarlo completamente a él, sin dejar un solo espacio entre ambos, el aliento caliente de yoongi pegó directamente en los labios de Jimin y este sin pensarlo, se abalanzó frente a él, alcanzo su cuello con las manos, y sus labios chocando con lentitud pero rápidamente fundiéndose en un instante, para luego pasar a convertirse en un beso agreviso, y muy necesitado.
Yoongi decidió tomar el control de la situación colocando ambas manos en la cintura de Jimin para apegarlo más hacia si mismo, y aún con los labios conectados, alzó el esbelto cuerpo de este para colocarlo encima del lavabo. Jimin al instante, rodeó la cintura del contrario con sus piernas, sintiendo cómo ambos miembros hacían fricción por encima de las telas.
Automáticamente el menor se entremeció ante el contacto dejando salir un dulce gemido que fue a dar a la boca de Yoongi, quien no desaprovechó el momento y metió su lengua hasta el fondo de la boca ajena, comenzando una guerra de choques lengua con lengua. Jimin comenzó a mover sus caderas que aún estaban pegadas a las Yoongi para sentir mayor fricción, mientras chupaban, mordían y succionabas sus labios desesperadamente.
Ambos podían sentir las punzadas en sus miembros pidiendo ser liberados, así que Yoongi bajó sus manos hasta el pantalón del menor para desabotonarlo, mientras Jimin, dejándose llevar por el momento escondía su rostro en el cuello del mayor para dejar un pequeño hilo de húmedos besos en esa zona.
La tensión entre ambos era tan fuerte que el menor sintió que podía correrse en cualquier instante, cuando de repente, la puerta sonó intentando ser abierta desde fuera. El corazón de Jimin se paró automáticamente, separándose abruptamente del beso y reincorporándose en su posición inicial, bajando las manos del cuello del mayor, y colocándolas sobre a su regazo, dio un pequeño brinco para bajar del lavabo y caer de pie. Observó una vez más el rostro y los labios hinchados del contrario. Sin más que decir, abrió la puerta y salió corriendo. Yoongi desconcertado por lo que acaba de ocurrir, inclinó la cabeza hacia el piso cuando de repente volvió a ver aquel pequeño objeto plateado que había sido nuevamente olvidado.
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