Promesas, promesas

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-¡Cómo te atreves a hablar de eso cuando tu ni siquiera eres capaz de cumplir una maldita promesa!

Mierda. 

-No, Kookie, yo ... -pero la oración fue interrumpida por los sollozos de un rubio, quien justo a Hoseok estuvo detrás de Jungkook escuchando la conversación también.

-Por eso no llamaste ayer. -Su corazón se aceleró y las lágrimas amenazaron con aparecer. -Estabas con alguien más. – Dijo con la mirada perdida. No se atrevía a sostenerle la mirada a Yoongi.

-Escúchame, Jiminnie, puedo explicártelo... -En nudo se formó en la garganta del mayor intentando buscar la excusa perfecta para el decepcionado Jimin.

-No te atrevas a decir otra maldita mentira porque lo escuchamos todo. -La respiración del azabache se intensificó, interponiendo su cuerpo entre Min y Park, con los ojos fundidos en un profundo coraje y los puños en sus costados apretados con tanta fuerza que los nudillos comenzaron a tornarse blancos.

-Kookie no intervengas. -Taehyung intentó sonar lo más apaciaguado posible. Conocía el temperamento de su novio, sabía de lo que era capaz.

-Tu, cállate. -fulminó con la mirada al castaño que tenía en frente. -En vez de estar dando puñeteras clases de moral con tu amigo el adicto, analízate. Estas igual o peor de jodido que él. Tu hermano, tu amigo y tú. Los tres cortados con la misma puta tijera.

Jimin por fin se dignó a ver al frente, sintiendo como la mirada profunda de Yoongi no lo dejaba de seguir. Jaló del brazo al menor para atraerlo hacia sí. -Kookie, vámonos ya.

¿Kookie?

El clima de verano en Seúl estaba a punto de terminar para abrir su paso al otoño

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El clima de verano en Seúl estaba a punto de terminar para abrir su paso al otoño. Los árboles amenazaban con perder su color y aquellas maravillosas flores que los adornaban caerían una a una. La concentración de alumnos en el patio central al inicio de semana siempre se ha caracterizado por ser muy amplia, en esta área se reúnen todos los atletas de las diferentes disciplinas que abarca la institución para realizar sus respectivos entrenamientos.

Con la fina hierba bajo sus pies, Jimin se encontraba sentado justo al frente de la cancha de baloncesto, en una banca al fondo del campo que difícilmente podía ser percibida a lo lejos. El ligero aire chocaba contra su rostro logrando abrir sus fosas nasales para percibir el aroma floral que inundaba el ambiente. Con ambas manos sobre su regazo, intentaba encontrar en el fondo de su mente un momento para tener paz consigo mismo.

-Me acosté con ella, Taehyung. -los recuerdos de aquella conversación inundaban su mente.

Claro que Yoongi era un hombre y tenía derecho a acostarse con quien quisiera, pero, se suponía que intentaba algo nuevo con Jimin, ¿por qué traicionarlo de esa manera? Y con una mujer ...

-Sentí una presión de la que no me quise hacer cargo y en cuanto tuve la primera salida, la tomé.

-¿Te refieres a Jimin?

PROMESAS Y MENTIRAS // YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora