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El ruido de una batería sonando logra despertar a Taehyung, que aunque lo hace bastante aturdido, abre los ojos con dificultad. Los italianos deben estar ensayando para su banda seguramente. Los recuerdos de lo que pasó antes llegan a su cabeza a la velocidad de la luz, provocando que suelte un quejido, no solo porque normalmente tras sus ataques se siente así, si no porque Jeongguk estuvo ahí cuando le pasó.

Mira el techo con atención, al menos hasta que siente una presión en su mano, logrando así que gire su cuello y por poco se caiga de la cama del susto. Jeongguk está dormido a su lado sobre las sábanas, con su rostro relajado y su mano tatuada sobre la suya, en un agarre fuerte pero a la vez dulce, sin hacerle daño, solo aferrándose a él como si temiera que se fuera a escapar de su lado.

Girando con suavidad para no despertarlo se queda mirándolo de frente y recordando que el mayor tiene el sueño pesado, libera su mano con cuidado, llevándola hasta la mejilla pálida del contrario. Suspira por el anhelo que eso le produce, después de tantos años sin poder tocarle como le gustaría, se siente bien, como si hubiesen vuelto al último año de instituto.

Nota como la mano de Jeongguk busca su toque de nuevo y al seguir cansado, no duda en abrazarse a él como un koala, sintiendo la mano del mayor apretar su cintura y como suelta un suspiro de alivio. Cerrando los ojos, vuelve a dormirse, esta vez porque así lo quiere él, sin tener que ser obligado para calmarse.

La próxima vez que se despierta es de noche y el dolor de cabeza que tiene parece querer hacerle ver la estrellas, literalmente. Suelta un quejido doloroso, llevando su mano hacia su frente para intentar apaciguar el dolor, aunque sabe que no será posible hasta que tome alguna medicación.

"¿Estás bien? ¿Qué te duele?" 

La voz preocupada de Jeongguk le derrite por dentro, aunque le asusta ligeramente porque no esperaba que continuara a su lado. Abriendo los ojos y encontrándose con la mirada oscura del contrario se queda mudo, no sabiendo como responder y sintiéndose avergonzado de que haya tenido que verle en su peor momento. "Solo me duele la cabeza" susurra. Por mucho que quiera apartar su mirada no puede, se ve en la obligación de seguir haciéndolo, como si algo le obligara a ello. "Creí que tenías planes esta noche" murmura al recordar la cena con Félix.

"Los cancelé" responde sin dudar ni un segundo. "Debes comer un poco y tomarte algo para el dolor de cabeza. ¿Quieres que vaya a la cocina a por un bocadillo?" 

"Puedo ir contigo" se mueve con la intención de incorporarse, aunque siendo ayudado por el brazo del mayor. "Si me quedo aquí todo el rato los demás van a creer que algo me pasa" muerde el interior de su mejilla, pues la verdad es que sí, algo le pasa. "¿Por qué estás aquí, Jeongguk?"

El pelinegro se frota la mejilla con indecisión, aunque termina por responder con la verdad. "Porque después de verte así no podía dejarte solo. No me sentía bien yéndome, sabiendo que estás mal" responde. "Damiano también me contó todo."

Taehyung frena sus movimientos, posando su mirada en la pared frente a él por unos instantes y sintiendo una presión en su estómago. "Oh. Supongo que te doy pena ahora" dice con la voz rara.

"No. ¿Qué dices? Nunca me vas a dar pena, Taehyung" le sujeta por el brazo, moviendo su rostro para que le mire de nuevo y no saque conclusiones por él mismo. "Es cierto que me ha contado todo lo que has sufrido estos años, pero no por eso voy a sentir pena de ti, todo lo contrario de hecho."

El ceño del pelirrojo se frunce, provocando una pequeña sonrisa en el mayor. "Estoy orgulloso de que que no hayas dejado de luchar para salir de ello, ¿mmhm? Cualquiera se rendiría y no intentaría superarlo, pero según lo que me contó él lo has estado haciendo bien todo este tiempo."

"Tan bien no lo estoy haciendo si he vuelto a recaer" aprieta los labios con fuerza, evitando soltar un sollozo. "Soy un fracaso de persona."

"Eso no es verdad" le corta con molestia de que se describa de esa manera, pues desde su perspectiva, el menor siempre ha sido alguien fuerte por todo lo que ha pasado en su vida. "Las recaídas siempre van a estar ahí, pero quien decide si seguir luchando o estancarse ahí eres tú y según sé, no has siquiera pensado en la posibilidad de seguir toda la vida en una recaída" expresa con sinceridad, esperando que le haga entrar en razón y deje de pensar tan negativamente en él mismo. "Confío en que pronto vas a estar mejor y..." traga saliva algo nervioso esta vez. "Espero que me permitas poder ayudarte en todo lo que necesites" sonríe dulcemente queriendo que su ayuda no sea rechazada por él, pues realmente quiere estar a su lado esta vez.

Los ojos de Taehyung le analizan lentamente por varios segundos antes de volverse más pequeños. "No te merezco, Jeongguk. No lo hacía antes y mucho menos ahora..." confiesa con amargura, borrando la sonrisa en los labios del mayor. "Tienes tan buen corazón que aún después de todo quieres ayudarme."

"No es porque tenga buen corazón o no" niega con sinceridad. "Es cierto que me molestó que te fueras como lo hiciste pero entiendo el por qué lo hiciste. No voy a echártelo en cara cuando después de todo tú has sufrido tanto o incluso más que yo, por ello acepté darte otra oportunidad" se atreve a cubrir las mejillas del pelirrojo con sus manos, acercando sus rostros. "Ambos resultamos heridos por algo que ni tú ni yo provocamos, esto no es tu culpa, ¿me entiendes? Es culpa de tu madre y los dos somos víctimas de decisiones que no se pudieron impedir" acaricia con su pulgar la piel se su rostro, feliz por una parte de poder volver a tocarle así tras años echándolo de menos. "Pero las cosas han cambiado y ella no será más un problema, ¿mmhm? Esta vez no voy a irme de tu lado y tampoco voy a dejar que tú lo hagas de manera obligada."

Taehyung tiene que morder su labio para evitar besarle de golpe. Sus palabras son tan acertadas que no puede evitar que sus sentimientos se alboroten dentro de él y sabe que tiene que calmarse de alguna manera para no hacer algo que pueda incomodar a Jeongguk. "¿Puedo abrazarte?" pregunta sin saber que otra cosa hacer para expresar su agradecimiento.

"No tendrías ni que preguntar, Tae" asegura, atrayéndolo hacia su pecho y en menos de dos segundos teniendo las manos del menor apresadas en su cuello con fuerza. "¿Vas a dejar que te ayude?"

"Sí" responde con un suspiro. "Gracias por no odiarme, Jeongguk."

"Nunca podría odiarte" acaricia su espalda con lentitud, perdido en la situación en la que se encuentran. "¿Podemos bajar a comer ahora?"

El menor se aleja ligeramente con una pequeña sonrisa en sus labios, asintiendo. "¿Me vas a cocinar?"

"Lo que tú quieras."

"Algo ligero, por favor" muerde su labio con vergüenza. "No creo poder comer algo pesado y no q-quiero vomitarlo."

"Tranquilo, puedo ayudarte a terminarlo si crees que no puedes" acaricia su cabello, levantándose finalmente de la cama y extendiendo su mano para que Taehyung la tome. "Vamos."

...

HOLAAAA

Creo que no me voy a extender mucho en esta segunda parte de la historia, con esto no quiero decir que se acabe ya, ni mucho menos JAJJAJA, pero quizás no pase de 30 partes ^^

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A light to call home ღ kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora