A light to call home ღ kookv

03

Jeongguk se despierta de la mejor noche de su vida, habiendo dormido del tirón en la enorme cama y pudiendo decir que su espalda duele incluso menos que normalmente. Sin embargo es alguien al que le gusta dormir cuanto más, mejor y abrir los ojos por la insistencia de Yeosang para que se levante no es la mejor manera de empezar su domingo.

Por una parte no le culpa, pues tienen que ir con los demás becados y Hoseok, pero por otro, le gustaría poder dar media vuelta y seguir durmiendo. 

Con pereza y arrastrando los pies se viste con lo primero que encuentra, un chándal gris y una camiseta blanca de manga corta. "¿Crees que necesite chaqueta?" pregunta al recordar que su brazo derecho está repleto de tatuajes.

El rubio termina de abrocharse sus vaqueros y sin dudarlo, niega. "No te avergüences de ellos o entonces sabrán que si hacen comentarios te afectarán" le aconseja y no le hace falta darle vueltas para saber que tiene toda la razón. Sus tatuajes son importantes para él y por ello seguirá sus palabras.

"Gracias" coge lo necesario para ir al baño compartido del fondo del pasillo y le pide que espere por él por diez minutos para poder ir al tour con los demás.

El día anterior ya había ido varias veces antes de irse a dormir, por lo que sabe donde queda y aunque no haya usado las duchas, recuerda haberles echado un vistazo. Algunas de ellas son privadas, con cortinas para tener privacidad, mientras que hay otras compartidas y a la vista de las otras personas que estén duchándose. 

Frota sus ojos con pereza al sentirse adormilado todavía, yendo a lavarse los dientes en uno de los lavamanos. Cuando termina de limpiarse la boca por la pasta dental nota a un par de chicos en el baño junto a él.

Moja su cabello para no parecer un vagabundo con cada mechón apuntando a una dirección diferente y recoge sus cosas nuevamente.

"Eh, ¿eres nuevo?" escucha a uno de los chicos hablar, por lo que para en seco.

Los piercings en su rostro le sorprende, pues si es hijo de una familia rica no es normal que se vea de esa manera. "Sí, becado" responde, no queriendo ocultarlo, mas al contrario parece no importarle.

"Guay, tus tatuajes están geniales" le elogia.

"Gracias" agradece, mirando de reojo la mano del que le habla, en el trasero del chico que solo se limita a mirar sin hablar. "Nos vemos" se apresura a despedirse, notando como esos dos estaban a punto de hacer otro tipo de cosas en el baño.

Yeosang eleva la mirada, dejando de tocar la guitarra y le sonríe. "¿Listo?"

"Sí" coge su móvil y la llave del cuarto por si acaso. "¿Sabes lo que me he encontrado en el baño?"

El rubio eleva una ceja. "Sorpréndeme" ambos cierran con llave y caminan por el pasillo con tranquilidad, asegurándose de que no van a llegar tarde.

"Me encontré un par de chicos en el baño y me da la sensación de que es un lugar típico para enrollarse los unos con los otros."

"Oh, puede ser. Vi en una serie en la televisión donde los estudiantes ricos tenían sexo con otros en los vestuarios" comenta y la cara de Jeongguk es un poema. "No preguntes, a mi hermana le gusta ver series turbias."

Se limita a reír porque es la primera vez que escucha eso y aunque es normal porque al tener compañeros de cuarto no es un buen plan llevar a alguien para tener sexo, el baño sigue siendo compartido y pueden volverse situaciones incómodas si alguien les pillan.

La conversación cambia rápidamente entre ellos una vez llegan junto al resto de nuevos alumnos. Hay al menos diez personas, por lo que se imagina que a parte de los becados, hay nuevos alumnos que sí pueden permitirse pagar lo que cuesta la matrícula del internado. Un chico castaño y sonriente les da la bienvenida, dando por entender que son los últimos en llegar.