A light to call home ღ kookv

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El silencio en la sala de estar de los Kim es bastante tenso mientras esperan a que sus padres salgan de la oficina de la casa. Ninguno de los cuatro hermanos se atreven a hablar porque son conscientes de lo que va a ocurrir en cuanto su madre diga la primera palabra y aunque ninguno es un niño pequeño ya, no les conviene enfadarla más de lo que ya está.

A quien ven llegar primero es a Wooyoung, su padre, el cual a pesar de estar completamente serio, les mira con una pizca de tristeza. "Bienvenido a casa, Seokjin" le dice al mayor junto a un suspiro. "Supongo que tendrás una buena razón para explicarnos lo que ha ocurrido" se sienta en el sofá desocupado, siendo seguido por su mujer, que llega con papeles en la mano y una mirada oscura y enfadada. 

"Más te vale que recapacites de lo que has hecho, Seokjin" posa con fuerza los papeles sobre la mesa y cruza sus piernas con elegancia. "Los padres de Lalisa nos han llamado encolerizados por tus acciones. No solo te llegaba con cancelar el compromiso si no que te has atrevido a romper con ella" aprieta los labios en un intento de relajarse, el cual falla porque su mal carácter siempre le sobrepasa. "Dame un motivo para no desheredarte en este instante."

Seokjin eleva una ceja sin inmutarse, estando harto de ser controlado por sus padres, en su mayoría su madre, teniendo ya veintiséis años. "Siempre he hecho lo que habéis querido y estoy harto. Nunca me he quejado, de hecho todo lo contrario" comienza. "He puesto de mi parte, aceptando estudiar algo que nunca quise y graduándome tras años de insomnio por tener que estar días sin dormir y así poder llegar a vuestras expectativas; he estado de acuerdo con tener una relación con alguien a la que no amo e incluso acepté la tonta idea de casarme con ella. Sin embargo, no puedo hacerlo porque he encontrado a alguien a la que amo y con la cual quiero casarme en un futuro."

Sus hermanos observan la situación con los hombros tensos, aunque felices de que Jin esté parándole los pies a los planes hechos por sus padres desde hace años sin importarles las opiniones personales que tengan ellos mismos.

"¿Has estado engañando a Lalisa? ¿Es eso lo que me estás diciendo?" Minhee deja escapar una risa seca, mirando a su marido con incredulidad. "No puedo creerme que nos estés echando la culpa de todas esas cosas cuando lo hemos hecho por tu bien. Eres el heredero de nuestra empresa, quien se encargará del puesto de tu padre cuando se jubile. Es tu deber."

Los labios de Taehyung se encuentran en carne viva, llegando a sentir la sangre en su boca por estarse mordiendo tanto para no hablar y cagarla. Ver a su hermano mayor tan frustrado le hace sentir como si la charla estuviera siendo para él. Seokjin siempre ha sido el hijo perfecto a ojos de todos, pero en realidad es quien más responsabilidades ha tenido desde pequeño por ser el primogénito, teniendo que encargarse de la empresa, casarse antes de los demás y tener hijos lo más rápido posible. Todo en contra de su voluntad y sin poder quejarse.

"Lalisa y yo no tenemos sentimientos románticos por el otro, madre. Le he explicado mi situación y lo ha comprendido. ¿Por qué tú, que eres mi madre, no puedes?" pregunta con tranquilidad. "No me importa encargarme de la empresa, pero no voy a casarme con alguien que tú elijas, pues esa es mi decisión."

Su padre sonríe ligeramente al ver que la decisión está tomada y no hay nada que ellos puedan hacer para cambiarlo. "¿Nos presentarás a la chica que te ha hecho romper tu compromiso con la hija de los Manoban? Es lo mínimo que puedo pedir a cambio de que hayas hecho esto sin consultarnos primero."

"Sí, bueno" se tropieza con sus palabras al no esperar tal respuesta positiva. "Tendría que hablar con ella, pero seguramente pronto pueda presentárosla."

"Bien, entonces está decidido" Wooyoung se levanta, asegurándose de sujetar la mano de su mujer para alejarla de sus hijos y que no siga con la discusión. "Solo te pido que hables con los padres de Lalisa y te disculpes nuevamente."