✧ 𝐁𝐢𝐭𝐭𝐞𝐫𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 [Fanfics Beyblade Burst] ✧

✧ Sólo tú [AigerxDrum]

El sol resplandecía muy fuerte, las batallas en aquel gran estadio resonaban como nunca antes, ahí mismo luchaba Armand Kusaba contra el actual campeón mundial, Aiger Akabane. Sí, aquel prodigioso chico, aunque muchas cosas no le llamarán la atención, estaba muy entretenido.

No sólo por luchar, pues era su pasión jugar beyblade y conocer a sus nuevos oponentes; si no también por un chiquillo en especial, desde que lo había visto su mirada esmeralda lo había cautivado.

Raro, esos ojos hermosos, su piel que se veía tan suave, un sueño total.

—¡Tú puedes, Armand!—apoyó el rubio desde su sitio, observando atentamente la batalla, ignorante de lo que pudiera estar pasando, nada más centrándose en las ondas de poder que se disparaban desde el estadio.

En un golpe de suerte para uno, y no tanto para el otro, el marcador expresó cuatro puntos a favor de Aiger, mientras que el del azabache se mantenía en ceros.

—Armand…—musitó el pequeño haciendo una pequeña mueca.

A pesar de que había sido un combate brillante, una derrota seguía siendo eso.

—Fue una buena batalla, aún te falta—y con esas palabras, Aiger sonrió ampliamente.

Claro no sólo estaba esperando su batalla con aquel chico de aura extraña, una maligna...

Si no también con ese pequeño que desbordaba luz por doquier, un lindo sol que podía probar pies a cabeza.

Tras eso, Armand simplemente salió del escenario, soltando un suspiro. Al menos se sentía un poco más motivado a seguir mejorando, mientras tanto, Drum, desde su sitio, formaba una gran sonrisa.

—¡Aiger, preparate porque yo seré el siguiente!—exclamó desde ahí, importándole poco que las miradas del público se centrarán en él, como diciendo: "¿Y éste qué?".

Lo mejor del asunto es que Aiger no se molestó en cambio sonrió y eso lo notaron varias personas.

—¿Y qué esperas?—preguntó ante ello, quería realmente conocerlo bien.

Al final Valt tenía razón, era un lindo enigma.

Ante ello, la emoción en Drum aumento considerablemente, y estaba a punto de saltar desde las gradas si no fuera porque Ichika le detuvo justo a tiempo antes de hacer una estupidez.

—Tendrás que esperar tu turno—ahora comentó Delta, tan frío y serio como siempre, levantándose de dónde estaba.

Aiger no tardó en hacer una mueca, ya que le tocaba competir contra ese loco.

El niño tenía que esperar un poquito más.

—Agh, ya que...—musitó a lo bajo, si no fuera por el ruido todos lo hubieran escuchado, bueno Delta si lo hizo.

Ante ello, el peli menta afiló su mirada como una advertencia amenazante. No le gustaba en nada que no le diera importancia a su presencia por estar más enfocado en Drum y sus payasadas.

De hecho, tal vez no le gustaba precisamente eso, que el mejor del mundo fuera a mirar al rubio.

Bajó de su asiento hasta el escenario. El duelo fue reñido desde los primeros segundos de este, Delta casi logra la razón por la que ha estado trabajando hasta entonces, si no fuera porque en medio de su preciada victoria, un hijo de… que diga, alguien se interpuso entre él y Aiger.

Los beys salieron disparados luego de una onda explosiva, golpeando con tal fuerza que hasta rompieron el estadio y no conforme con ello, también el logo del cinturón de campeón.