✧ 𝐁𝐢𝐭𝐭𝐞𝐫𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 [Fanfics Beyblade Burst] ✧

✧ Realidad [Drum x Valt]

El dulce aroma que se desprendía de la cocina de Ange era muy exquisito, mucho para Drum quien apenas iba abriendo los ojos.

Llevaba poco en el BC Sol, sólo se había unido ahí para poder conocer a su ídolo, claro que muy pocas veces se le veía vagar por los pasillos.

Aunque no perdía las esperanzas, según los demás miembros e incluso su leal compañero de cuarto, Rantaro Kiyama, le aseguraba que pocas veces se le veía.

Incluso era más común ver a Free que a Valt, según él tenía asuntos más importantes, varias cosas como presentarse en eventos importantes de la WBBA.

Un sinfín de cosas.

—Ugh, otro días más sin verlo...—resopló Drum, picando su comida, que aunque se  veía y olía delicioso, ahora mismo no le daban ganas de probar bocado.

Y eso que aquello era lo que lo había despertado de su profundo sueño, uno que no iba a contar, era más que obvio.

Una porque lo tomarían de a loco y dos por lo pervertido que era.

Valt por su parte, últimamente estaba agobiado con el trabajo.

Jamás imaginó que ser una leyenda sería tan complicado. Ahora que su nombre lo reconocía cualquiera, los compromisos nacían de dónde quiera como si fueran animales, conejos específicamente.

Y era tan agobiante para él pese a que disfrutaba mucho de lo que hacía.

Pero a veces uno hasta se cansa de eso.

Por lo que, aquella mañana se había decidido a tomar unas ligeras vacaciones y volver a su hogar en España.

—¡Hola a todos!—exclamó, literalmente dando una patada a la puerta del comedor para abrirse paso en este.

Mala idea pues los nuevos reclutas poco a poco se fueron amontonando a su alrededor, como hormigas cuando hay un caramelo o algo dulce en el suelo.

Drum quien estaba en una esquina al escuchar tan bella voz no se hizo esperar ni un sólo momento y corrió lo que sus piernitas le dieron.

Saltó encima de uno de sus compañeros, Delta para ser precisos, pero qué más daba, o sea era Valt Aoi.

Una de las tantas leyendas vivas del beyblade, sí también estaba Free, no obstante era punto y aparte, no daba batallas como Valt.

Sólo a los que consideraba dignos de su arrogancia y ego, según todos los de ahí.

—¡Valt!—le gritó el menor, difícil de no distinguir por su voz un tanto chillona, aunque soportable, para ciertas personas.

—Quítate, como si fueras tan ligero—se quejó Delta, aventando al chico.

Que hasta suerte tuvo de ser atrapado por Valt justo a tiempo antes de tocar el suelo con su cara.

—Woah, ¿Te encuentras bien?—inquirió el peli azul amablemente, levantando al pequeño fijándose en su carita.

De un momento a otro se sintió flechado por sus bonitos ojos esmeralda, tan brillantes, desbordando energía y esperanza a donde quiera que apuntaran.

De alguna forma le recordaba a él en el pasado, lo que le llenó de un sentimiento agradable y melancólico.

A Drum se le reinicio su Windows de la vida al ver a Valt, era más lindo en persona.

Que lindo, era guapo, tanto que no pudo evitar sonrojarse, se le notaba muchísimo.

—¡V-Valt!—gritó con energía, viendo al piso, no quería que lo viera en ese estado—. L-Lo siento, tendré más cuidado.