Muchas personas son las que dicen y hablan del amor. Es un término tan usado que quizá con el paso del tiempo empezó a perder importancia.
Y en una época tan complicada como lo es la actualidad, es difícil que alguien encuentre un sentimiento con ese grado de sinceridad. Sin embargo, Valt Aoi, se sentía dichoso de decir que había hallado algo especial en su ahora futuro esposo; Aiger Akabane.
Lo que empezó con una vista de extraños, terminó volviéndose una historia de cuento de hadas.
Así que en parte por eso estaba ahí aquella noche, sentado en la barra de un bar concurrido mientras todas las personas ahí reunidas le celebraban lo que vendría siendo una "despedida de soltero".
—¡Qué el futuro esposo pase al escenario!—declaró animadamente el encargado del sonido y de hacer cómico el encuentro.
El otro que a penas y tocaba su bebida, se puso un tanto nervioso, como siempre.
Pero de igual forma, se tomó todo aquello de un solo sorbo, para pasar al frente.
Caminando entre tambaleos, un tanto no cordinados.
—H-Hola—saludo entre tartamudeos.
—¡Quítate esa pena!—se escuchó a lo lejos de Free—. Y esa ropa también..
—¡Oh, oh, el novio está en la pista!—exclamó el chico desde la cima de una cabina, al tiempo en que algunos hombres vestidos de forma provocativa entraban al lugar también—. ¡Aquí viene el escuadrón~…!—soltó con mofe.
El público enloqueció en gritos ante eso. Mientras uno de aquellos sujetos se acercaba hasta Valt para tomar sus caderas.
Y claro que la confusión llegó a su ser en el momento en el que aquellos chicos le bailaron, se sentía muy apenado ante lo que veía.
Hasta sus mejillas estaban rojas, por el alcohol y por el panorama.
—¡Vamos, que la diversión a penas inicio!—se escuchó a lo lejos, y es que ahí solo servía para beber.
Claro que incluso si sus sentimientos son certeros, en el camino de la pasión, hay tentaciones.
Llamemoslo como quieran, tal vez fue por el espectáculo de luces, por el alcohol que corría por sus venas, tal vez el sonido de las bocinas que hacía vibrar sus tímpanos y causaba estragos en su sistema.
Fue una noche sub real, no habría que culparlo.
—Sólo dejate llevar…—le susurró aquel hombre al oído, en el escenario mientras bailaban, en las mesas cuando pasaron a tomar algo, y posteriormente en la habitación cuando el calor abrazó a ambos cuerpos deseosos por sentirse.
Los arañazos y los gemidos retumbantes en esa habitación de hotel, dónde solo ella misma callaba tan más bajo deseo.
—¡Mghn...más!—y lo peor es que no se estaba arrepintiendo de nada, es más su prometido no se le pasó un solo momento.
Le hacía mal tomar y de eso estaba seguro, la última vez había tenido serios problemas.
Pero ahora, tal vez no había vuelta atrás pues todo era tan maravilloso, ni el nombre sabia de aquella persona, solo que entre copas y más copas que le dió llegaron ahí.
Aquellos secretos que no podía susurrar a nadie, los gritaba con fiereza en aquella habitación. Ambos extasiados, totalmente perdidos en el vaivén salvaje de sus estocadas.
Pronto alcanzaron cielo en tierra. Era un fruto prohibido que apenas tomaba, pero del que ya había tomado posesión.
Le daba lo mismo, en ese instante lo único importante era hacerse sentir bien mutuamente con su cuerpo, sólo como él sabía hacer.
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✧ 𝐁𝐢𝐭𝐭𝐞𝐫𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 [Fanfics Beyblade Burst] ✧
FanfictionUna colaboración con @Mei_Shirosagui ✧ Porque el amor puede florecer en distintas situaciones, y en diferentes corazones. ✧ • Inspirado en la serie manga/anime Beyblade Burst, propiedad de Hiro Morita. • Serie de drabbles protagonizad...