Ten

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— Midoriya Izuku — La voz del profesor Aizawa le hizo dar un leve salto, no obstante, fue el nombre pronunciado lo que llamó su atención — ¡Responde la pregunta de la página diez! — Ordenó el hombre. Katsuki alzó la cabeza, algo andaba mal. Izuku se levantó con dificultad y en el instante en el que abrió el libro, se derrumbó. Apenas y fue sostenido por Kirishima. Sus mejillas estaban teñidas de rojo y su piel ardía — Kirishima, llévalo a la enfermería — El chico asintió y con un poco de dificultad logró cargarlo.

Katsuki esperó unos minutos y se puso de pie. Chasqueó la lengua, su expresión no había cambiado en absoluto, aveces, fingir se le daba bien. No obstante, estaba muriendo de preocupación. Después de días de tortura, decidió que lo mejor sería darle rienda suelta a su lado omega. Al fin y al cabo, era parte de él, no podía cambiarlo. De igual forma, eso no le quitaría su independencia y si usaba la lógica, la proposición de la hermana de Izuku, podría ayudarle. Además, las palabras de la chica rondaban su cabeza día y noche.

"Solo quiere compartir la carga contigo" "No había sonreído así desde que murió nuestro padre" Vamos, eso había derretido un poco su testarudez. También fue porque pensó en su madre, ella le dijo, "Sé feliz". ¿Será cierto lo que dijo Mina? Suspiró, Katsuki no era estúpido y lo entendía. Un porque tarde, pero lo hacía. Es imposible vivir solo. Así que, ¿Qué perdía con intentar? — Bakugo, no puedes salir — La voz del profesor lo trajo de regreso a la realidad.

Katsuki entrecerró los ojos — Lo siento, tengo que irme.

— ¿Por qué? — preguntó Aizawa. Ya lo sabía, pero decirlo en voz alta era algo bueno para Katsuki y para su pobre alfa — ¿Cuál es tu relación con Midoriya Izuku?

Bah, pensaba que ya lo sabían todos — Al carajo con esto y con ustedes — Los señaló con un dedo acusador — ¡Es mi alfa!  — Agitó una mano y abrió la puerta con una patada. Se sentía raro decirlo en voz alta, pero tampoco era un calvario. Recorrió rápido los pasillos y entró en la enfermería. Buscó a Izuku y lo encontró acostado sobre una de las camas — Kirishima, yo me quedo, tú te vas — Kirishima asintió y sonrió, se sentía feliz por Izuku. Bakugo poco a poco, estaba aceptándolo como alfa y eso era genial. Salió sin decir nada más y se dirigió a su salón de clases.

Katsuki arrugó la nariz. Observó como la enfermera le colocaba un paño a un inconsciente Izuku sobre la frente. Le dijo que descansara, la mujer le sonrió y se retiró. Recovery Girl había escuchado acerca de los problemas de Midoriya y Bakugo por parte de Kirishima así que decidió darles tiempo a solas. Katsuki estudió detenidamente al alfa. Le acarició parte de la frente descubierta y continuó bajando y se detuvo en los mofletes del chico. Las acarició con ambas manos, no se detuvo a pensar en si Izuku estaba despierto o no. Por su parte, el alfa mantenía los ojos cerrados. Había decidido que no los abriría por nada en el mundo. Esto era algo que no sucedía todos los días.

— Son tan suaves... — Susurró, ¿Y si? Con lentitud, cogió una de las manos de Midoriya y la volteó. Cuidadosamente, colocó una de sus mejillas sobre la palma y frotó con delicadeza. Se sentía tan bien, se mantuvo así por unos minutos. De súbito, se quedó congelado. Alzó la cabeza y observó al alfa. Se veía tan frágil, le dolía el corazón, ¿Y si alguna vez en verdad enfermaba de gravedad y él no estaba allí? ¿Y si moría y él no se enteraba hasta el día siguiente? Se irguió y salió con rapidez. Izuku se preguntó, ¿A dónde fue? Katsuki corrió y buscó por todos lados el aula de Mina. Cuando la encontró, la llamó — ¡Tú! ¡Acepto tu propuesta! — Mina sonrió, los dioses estaban de su parte.

Estoy aquí | DekuKatsu |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora