Estoy aquí | DekuKatsu |

Two

Sus piernas se movían con tal rapidez que dolían. Cerró los ojos por unos segundos y se detuvo, al abrirlos, observó sus alrededores, ¿En qué dirección había corrido? ¿Derecha o izquierda? — ¿Qué mierda acaba de pasar? ¿Ya tendré las marcas? — Sé preguntó horrorizado, con las manos temblorosas, descubrió su antebrazo — ¡Joder! ¡No! — Masculló en voz alta. En este mundo de alfas y omegas, si encontrabas a tu compañero destinado, aparecería una marca en tus brazos. Cada marca era diferente y tenía la apariencia de un tatuaje en blanco y negro que poco a poco se coloreaba — ¿Una esmeralda? — En el caso de Katsuki, la marca se presentó con la forma de una pequeña esmeralda. El chico de cabellos verduscos, representaba un bosque de hojas jóvenes.

Las marcas simbolizaban la personalidad del compañero destinado, ¿Cuál será mi marca? Susurró. De súbito, sintió una presión en su muñeca. No era doloroso, al contrario, era delicado y el tacto suave. Mordió su labio y se volvió. Frente a él, estaba el alfa nuevo de su clase. Lo estudio con lentitud, su cabello era de color verde, pero no de un verde vivo. Le recordaba al atardecer, un color cálido y deslumbrante. Evitó el contacto visual, no podía y no lo haría. Jamás volvería a verlo a los ojos — ¿Por qué huiste? ¿Te fastidio la revelación? ¿Te parezco aborrecible? — Lo dijo en un tono tan bajo, que parecía que gruñía. Katsuki soltó un chillido de sorpresa.

¿Fastidiado? No, eso jamás. Más bien, sentía pena por el jodido alfa — Me das lástima, estás atado a un omega roto y salvaje. A un omega que no tiene nada y que está solo en el puto mundo — Masculló con ira, ¿Por qué su compañero aparecía en este momento? No tenía nada que ofrecer, nada que fuese de valor, mucho menos una buena personalidad. Nunca quiso conocer a su alfa — ¿Sabes? Déjame en paz, sé que dolerá, pero podemos vivir con ello, ¡Vete a la mierda! — Sin esperar por una respuesta, se dio la vuelta, no obstante, no fue capaz de dar un paso.

— Soy Midoriya Izuku y... — Lo dijo con una sonrisa tan brillante, que su corazón dio un vuelco. Chasqueó la lengua y lo empujó, Katsuki corrió, corrió como nunca lo había hecho. Podía sentir sus mejillas húmedas, ¿Lágrimas? ¿Tan rápido? Qué estúpido y potente es el lazo entre un alfa y un omega.

Al mismo tiempo, Izuku observaba su marca. Una bomba, ¿Por qué una bomba? ¿Omega salvaje? Apretó los puños, ¿Que estaba pasando? Él solo quería conocer a su omega. Notó que sufría, no conocía el motivo, pero quería averiguarlo — Con el pasar de los días, vamos a compartir emociones... — Dijo en voz alta y así era, después de la revelación de su lazo, sus emociones se conectaban. El sería capaz de sentir lo que el otro chico sintiera y viceversa — Ya no estás solo — Ese susurró fue robado por la brisa matutina.