Izuku abrió los ojos con pesadez. Frunció el entrecejo, ¿Por qué la habitación estaba tan oscura? Era de día, de eso no cabía la menor duda. Había sonado la alarma, aunque se escuchaba lejana. No quería levantarse, era tan cómodo y tan cálido. De súbito, se percató de que alguien estaba aferrándose a él. Parpadeó tres veces y estudió el rostro contrario. Al reconocerlo, ahogó un grito, Katsuki se encontraba entre sus brazos. El paraíso, definitivamente era el paraíso. Poco a poco, recordó la euforia alfa. El calor empezó a expandirse por su piel. Sentía un vergüenza, decidió olvidarlo y centrarse en el omega.
Katsuki se aferraba a él con fuerza. Su cabeza estaba sobre su pecho y sus brazos alrededor de su cintura. Joder, joder, ¿Había hecho algo bueno en su otra vida? Sin pensarlo, beso las mejillas del omega. El chico se removió y sorpresivamente — ¿Qué mierda? — Murmuró — ¡Largo, Deku! ¡Eres un Deku! — Observó Dejó escapar una risilla y dejó el cuarto. Katsuki suspiró, acostumbrarse a ese tipo de muestras de afecto, no era una tarea fácil. Sobretodo cuando su lado omega se encargaba de sacarlas a diario.
Hoy era su primer día de trabajo y tenía que esforzarse. Se arregló e intento llegar temprano a la escuela. Se sentó en su silla habitual y cerró los ojos. Bostezó y todo se tornó oscuro. El rumor de muchas voces lo hizo dar un salto, alzó la cabeza y se topó con el rostro sonriente del alfa. Mierda, eso fue una sorpresa. Apartó la mirada, no obstante, de reojo observó como otro alfa se acercaba a Izuku. Aguzó el oído, el chico lo veía de vez en cuando, hablaba de él y lo sabía — Te compadezco, Midoriya. Te toco un omega hermoso, eso es un hecho. Pero también un salvaje, grita, pelea y tiene un mal vocabulario. No quisiera tenerlo de omega. Antes de que vinieras Katsu... — No terminó la frase. Las feromonas de Izuku lo intimidaron.
— No se crítica a alguien que no conoces a la perfección, ¿Sabes? Sobretodo si es el omega de alguien más y como ese es mi omega, ¡Deja de hablar mierda! — Dijo Midoriya con enojo. Katsuki sonrió satisfecho, Izuku si que era temerario. Su corazón latió rápidamente, era la primera vez que alguien lo defendía, que a alguien no le importaba su jodida personalidad de mierda y eso lo hacía muy, pero muy feliz. Midoriya lo sintió y movió la cabeza en su dirección. Le sonrió con ternura y digan lo que digan, percibió amor en esa sonrisa. Por algún motivo, eso también lo hizo feliz. Se puso de pie, cogió su billetera y caminó hacia la puerta. Se detuvo a medio camino.
— ¡Alfa idiota! Mira, esto es salvaje, ¡Jodete! — Le mostró su dedo medio y escuchó la carcajada divertida que salió de los labios de Izuku. Al salir, fue detenido en medio del pasillo y arrastrado hacia la azotea. Analizó la expresión en la cara del alfa. Sonriente, estaba sonriente. Bah, ya no había un motivo para huir e ignorarlo. Y con el paso de los días, había dejado de sentir pesado el pecho. Su omega interno ya no sufría.
— Me disculparé después por esto, pero no puedo aguantarlo. Eso fue caliente... — Habló Izuku con las pupilas dilatadas. Cogió el rostro de Katsuki y lo besó. Lo tomó de la cintura y lo levantó. Las piernas del omega se enredaron en la cintura del alfa. Chocaron contra la pared y continuaron con los besos y abrazos. Katsuki no se quejó, inconscientemente lo deseaba. Se sintió extraño, no sabía que en verdad tenía el deseo de besarlo de esa forma. Fueron sus instintos y su lado omega bestial. Ese sentimiento era imposible de controlar y todos lo sabían. Sus sentidos se adormecieron, pese a eso, aún estaban un poco en sus cabales. Tuvieron la fuerza suficiente para detenerse. Sus lados omega y alfa, no tomarían el control esa vez.
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Estoy aquí | DekuKatsu |
FanficKatsuki, un omega sin motivo para vivir. Izuku, un alfa que le dará un motivo para seguir.