Capitulo diez

230 12 1
                                    

Después del incidente continuamos trabajando normalmente, nos convencimos,yo al menos lo intentamos, de que aquello nunca pasó, " fue producto del shock" me dije a mi misma, Tom nunca había pasado por una situación así, de tácito acuerdo decidimos no darle importancia...o eso pensaba.
No tenía idea de cómo lo veía él.

El fin de semana de Halloween Jim viajó a visitar a sus padres a Seattle, con Tom continuamos con los preparativos para viajar a Londres. Partiríamos en cuatro días.
- ¿ Tienes todos los papeles listos? - pregunta Tom desde la cocina-. Para saber qué falta.
- Todo listo, - repetí nuevamente, lo notaba algo nervioso, distraído incluso. Dije a modo de broma-, me extraña que dudes de mí.
-¿ Tus maletas? - me responde llevándose unas papas fritas a la boca e ignorando mi broma-.¿ Están listas?
- Sí, - repito algo exasperada por su comportamiento, me asomo a la cocina y sin poder evitarlo lo regaño-. No hables con la boca con comida, límpiate, pareces un puerco.
-Ajá, - me dice con una sonrisa traviesa mientras se acerca lentamente, pude sentir mariposas en el estómago y, lo admito, muchas cosas más cuando me arrincona contra la pared y me dice desafiante-. ¿ Por qué no lo haces tú?
- Eres muy odioso, - le respondo alejándolo con un empujón suave. Su perfume me embriagaba y me impedía pensar con claridad, pusé toda mi fuerza de voluntad para no caer en la tentación, el recuerdo de lo sucedido después del temblor reapareció en mi mente y se sintió en todo mi cuerpo. Para distraerme le dije alejándome-. Vamos a revisar tus cosas.
-No sin antes poner música- responde sin perder ese ánimo juguetón. Me quita el iPad de las manos y pregunta -. ¿ Qué bailamos hoy?
- Te quedó gustando,- exclamo sin poder ocultar una sonrisa, su humor es contagioso. Con el mismo tono le sugiero-, busca algo a tu gusto.
Después de un momento de deliberación escoge una bachata nuevamente y comienza a bailar al ritmo de Prince Royce, mientras sonríe relajado, ni parecido al hombre que conocí en la oficina de Howard, a pesar de que disfrutaba verlo así lo interrumpí:
- Ven a ver tus cosas Thomas William Hiddleston, por favor.
- Hoy es Halloween, - anuncia ignorándome, su sonrisa se agranda cuando me sugiere-, ¿ Podríamos disfrazarnos?
- ¡¿ Tienes uno?! - exclamo entre sorprendida y entusiasmada, sonriendo le respondo-. Me encanta la idea.
-Siempre,- me responde con orgullo, me guía hasta su habitación y me muestra un traje de Joker que tenía guardado. Sonriendo aún más si eso posible me pregunta-. ¿ Qué piensas?
- Genial, - respondo de inmediato mientras pienso en qué buscar, en eso recuerdo un disfraz que traje de Seattle, lo compré para una fiesta en la empresa, bajé a mi departamento y me preparé. A mi regreso me esperaba listo y al ver mi disfraz dijo, con una mezcla de sorpresa y felicidad, por tener una compañera de travesuras-. ¿Así que Wonder Woman, eh? - y asintiendo con ojos brillantes admitió-, me gusta.

Pedimos comida y pusimos más música, teníamos nuestra propia fiesta, en un arranque de locura salimos a pedir dulces por cada uno de los departamento, para nuestra sorpresa, a la media hora teníamos dos bolsas llenas de chocolates y dulces, tantos como para enfermarnos del estómago, terminada nuestra travesía subimos a comer pizza y a disfrutar de una botella de vino.
- La mejor fiesta privada - exclama con felicidad mientras sirve más vino y admite-. Años que no celebraba.
- Sí,- concuerdo sonriéndole de vuelta mientras recibo mi copa y añado con una sonrisa, pues noté una leve sombra de tristeza en su mirada-, la señora del 304 te quería comer con la mirada - al escucharme rió fuertemente -, por suerte te agarré.
- Eh,eh,eh - se ríe y me mira avergonzado, para cambiar de tema añade -, es cierto, pero el señor del 206 estaba furioso.
- Síííí, - concuerdo comenzando a reír-, se merecía esa broma por gruñón, - intento calmarme y añadir-, pero fue tu culpa. -.Fue tu idea la de tocar el timbre y correr...- repentinamente se levanta y me invita a bailar, sonaba una salsa de Mark Anthony y a su manera comenzó a improvisar, nos dejábamos llevar por la música y el ambiente que era tan armónico, su aura era hermosa y sus ojos brillaban bajo ese maquillaje que estaba corrido, su cercanía me distraía y susurre-, no sabía que bailabas salsa
- Yo tampoco - sonríe atrapando mi mirada -. Tú me llevaste a esto, un inglés bailando salsa.
- O esforzándose - le corrijo tomando sus manos y procedo a enseñarle, debo reconocer que para ser tieso hacía un intento de baile y me encantaba, seguimos entrelazados hasta que llegamos a una canción de Simply Red, mi playlists es muy extraña -, perdón, mis gustos son variados.
- Así veo, - dice con voz suave-, me gusta esta canción - se acerca a mi oído y comienza a susurrar la letra - "Only You, cared when i needed a friend, believed in me trough thick and thin, this song is for you...", el tiempo se detuvo en ese momento y nuevamente quedamos frente a frente, mirándonos, nos acercamos y pude sentir su aliento sobre el mío, sus ojos tenían ese brillo que ví una vez y su voz era una melodía, no pudimos resistir más y nos besamos lentamente, podía sentir sus manos recorrer mi espalda y volver a entrelazarlas, su aroma era un sueño, en eso lo miro..
- Perdón...- susurro sin mucho afán, cuando se detuvo, no estaba muy segura de lo que quería decir, solo lo estaba de su presencia y de que quería más-, no...
- ¿Te arrepientes? - preguntó atrapando mi mirada, sus ojos pedían más, su respiración agitada y su calor lo confirmaban, aún así se disculpó con caballerosidad -. Perdóname.
- No - susurré acariciando su cabello, mis manos bajaron siguiendo el perfil de su rostro, me perdí en su mirada, no o necesité meditarlo, quería más, lo quería todo de él, necesitaba explorarlo y descubrir cada uno de sus secretos, desentrañar lo que escondían eso ojos tan expresivos, que me tenían atrapada, no, no lo quería, lo deseaba, en un susurro le respondí- ,nunca me he sentido tan segura.
Tom no respondió, a menos no con palabras, volvió a besarme y mis terminaciones nerviosas explotaron, sin apartarnos me guío a su habitación, la ropa comenzó a estorbar, dejé que su boca recorriera todo mi cuerpo y, tal como lo deseaba, pude explorar cada centímetro de su cuerpo, mis manos recorrieron cada rincón de él y así entre miradas y caricias fuimos solo uno.

A la mañana siguiente desperté antes que él, para mí sorpresa no sentí arrepentimiento, todo lo contrario sentí algo nuevo que decidí reprimir , estaba con Jim me recordé y le fuí infiel, aún así no sentí culpa alguna , le dejé una nota y bajé a mi departamento a terminar de arreglar mis cosas, luego de eso no hablamos del tema.
A los 5 días partimos a Londres a trabajar.

Al llegar a Londres, luego de instalarme en casa de Tom, llamé a mi madre para avisarle de que llegamos bien, también hablé con Florencia y Amber. Dejé para el final a Jim:
- ¡ Hola, amor!- exclamo emocionada cuando contesta mi llamada-. Llegué bien.
-Que bien, amor, - responde con fingida alegría, se notaba triste, pero hacía un esfuerzo por mí, por mi felicidad, o eso creía-. ¿ Qué tal el viaje?
-Eterno,- le respondí en un intento por subir su ánimo-, pero tranquilo.
- Y tú jefe,- pregunta irritado-. ¿ Te dejó sola?
- Sí, salió a poner en orden sus cosas,- le respondo algo cortante mientras me preparó un té-, llega en la noche.
-Ya te extraño,- me dice con voz dulce, visiblemente aliviado por la ausencia de Tom.
-¡ Lindo! - exclamo sonriendo y le informo-, encontré tres ofertas de renta, las veré mañana.
-Sí, quiero estar contigo,- asegura, aún más alegre y añade con tono posesivo-,no me gusta que estés sola con él.
-Amor,- le digo, empezando a perderla paciencia y algo irritada por su tono-, Tom es mi mejor amigo, me quiere como a una hermana.
-Espero que sea así,- cada vez sus celos son más notorios y añade con furia contenida-, no quiero pensar que...
-¿ Qué me haría lo que tú hiciste? - solté sin pensarlo, realmente irritada, molesta-. No soy así.
-No era necesario ese comentario,- responde con rabia a punto de gritarme pero se contiene, en vez de eso dice con voz silbante por la ira contenida-, sé que cometí un error, perdón por no ser perfecto, - añade con sorna.
- Amor, perdona,- intento disculparme, agacho la cabeza arrepentida-, no quise...
-Mejor hablamos después,- responde cortando la llamada sin despedirse.
Me quedé con un sentimiento de culpa, era conciente de haberle mentido pero lo que no sabía era que los planes de Jim no eran precisamente tener un Felices para siempre conmigo.

Nota:
Link de la canción de Simply Red "You make me feel brand new"

Nuestra aventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora